En Melilla, la política ya no se disputa únicamente en los despachos o en los plenos de la Asamblea. Las redes sociales se han convertido en un nuevo campo de batalla donde los partidos buscan captar atención, simpatía y apoyo ciudadano. Lo que antes se medía en mítines y carteles, hoy se mide en seguidores, “me gusta” y visualizaciones.
A 7 de octubre de 2025, el panorama digital melillense muestra una clara evolución respecto a los datos registrados hace unos meses, evidenciando que la estrategia en redes se ha convertido en un pilar esencial de la comunicación política local.
El análisis de las principales formaciones —Partido Popular, Somos Melilla, Coalición por Melilla y Vox — y de sus líderes —Juan José Imbroda, Amín Azmani, Emilio Guerra y José Miguel Tasende— refleja un mapa cambiante donde cada uno ha adoptado un tono propio y un enfoque distinto para llegar al ciudadano. Las cifras confirman un crecimiento generalizado, aunque desigual, y un cambio de estilo que combina la cercanía personal con la puesta en escena digital.
Imbroda consolida su liderazgo en redes
En mayo de 2025, Juan José Imbroda ya lideraba el espacio político digital con cifras sólidas: más de 5.800 seguidores en Facebook, más de 7.200 en X (antes Twitter), 2.000 en Instagram y alrededor de 4.200 en TikTok. Su perfil @imbrodamelilla se caracterizaba por un estilo institucional, con fotografías de actos oficiales y mensajes formales.
Cinco meses después, Imbroda mantiene el liderazgo reforzando su presencia con una comunicación más cercana. En la actualidad cuenta con más de 2.200 seguidores en Instagram donde ha publicado 576 veces; en X conserva 7.294 fieles y sigue a 328 cuentas, mientras que en Facebook supera los 5.965 'followers'.
Además, el perfil del PP melillense @ppmelilla continúa activo en TikTok, con 1.061 seguidores.
Aunque su crecimiento no ha sido explosivo, sí ha sido constante, demostrando que su comunidad es fiel y que su figura sigue siendo la más reconocible y consolidada de la ciudad.
Imbroda combina mensajes institucionales con gestos de cercanía y agradecimiento, reforzando una imagen de experiencia y estabilidad.
Somos Melilla: el fenómeno digital de Amín Azmani
En el extremo opuesto del espectro ideológico, Amín Azmani, líder de Somos Melilla, ha sabido convertir las redes sociales en un altavoz de participación ciudadana. En mayo, la cuenta del partido @somos_melilla tenía 1.829 seguidores en Instagram y más de 10.500 en TikTok, cifras que ya destacaban en el panorama local.
En octubre, el crecimiento ha sido notable. Azmani, con su cuenta personal @aminazmani, ha alcanzado los 4.000 seguidores en Instagram, suma 1.302 publicaciones y mantiene una actividad diaria en X, además de que la página de Facebook del partido cuenta con 6.100 seguidores y el TikTok supera los 11.000.
Su comunicación se basa en vídeos cortos, directos y personales, que alternan entre la denuncia social y la invitación a la participación.
Azmani ha logrado conectar con un público joven y diverso, construyendo una imagen de liderazgo fresco y accesible que contrasta con el tono más sobrio del resto de formaciones.
Coalición por Melilla: Emilio Guerra mantiene la base
Coalición por Melilla (CpM), liderada por Emilio Guerra, mantiene una presencia digital estable aunque menos expansiva. En mayo, las cuentas del partido mostraban cifras moderadas: 1.559 seguidores en Instagram, 430 en TikTok, 1600 en X y unos 5.000 en Facebook.
Cinco meses después, el crecimiento ha sido discreto. Guerra tiene actualmente 1.547 en el Instagram de su partido, donde no es muy activo; en X alcanza 1.684 seguidores y en Facebook la página del partido ronda los 5.800 seguidores.
Su estilo comunicativo se apoya en la cercanía con los barrios y en los mensajes sobre empleo, convivencia y servicios públicos, aunque su ritmo de publicación es menor que el de otros líderes.
CpM conserva una base fiel de simpatizantes, pero su alcance sigue limitado por una estrategia digital más tradicional y menos visual.
Vox Melilla: la comunicación más discreta
En el caso de Vox Melilla, con José Miguel Tasende al frente, la situación digital es muy distinta. En mayo de 2025, la cuenta oficial del partido contaba con 378 seguidores en Instagram y 5.645 en X, cifras que apenas han variado en octubre.
Tasende mantiene un perfil personal bajo, con publicaciones esporádicas centradas en su labor institucional.
Su estrategia en redes es selectiva, enfocada en temas de seguridad, identidad nacional y fronteras, buscando más impacto ideológico que expansión de audiencia.
Aunque su alcance es limitado, el mensaje se dirige a un público muy definido y fiel. Vox mantiene así una comunicación coherente con su discurso, aunque con poca interacción y visibilidad.
Tendencias generales
En conjunto, los datos confirman una tendencia clara: todos los partidos melillenses han entendido la importancia de las redes como herramienta de comunicación política pero con resultados dispares.
Mientras Imbroda mantiene la hegemonía en influencia y reconocimiento, Azmani destaca en ritmo de crecimiento y creatividad.
Guerra representa la estabilidad y el enfoque local, y Tasende apuesta por la coherencia ideológica, aunque con un bajo nivel de exposición.
La comparación entre la primavera y el inicio del otoño, refleja el cambio en la forma de comunicar.
Los perfiles de los líderes eran más estáticos y formales hace unos meses; ahora, la narrativa visual y el contacto directo predominan.
Los partidos han asumido que la política también se gana en el terreno de la atención digital.
El Partido Popular ha reforzado su imagen institucional con toques de cercanía; Somos Melilla ha crecido en todas las plataformas y se ha consolidado como el más innovador; CpM ha mantenido su base con un discurso vecinal ; y Vox continúa con un mensaje firme pero sin apenas variación en cifras.
Más allá de los números, lo que se desprende del análisis es una evolución en la manera de comunicar.
Los políticos locales han comprendido que las redes no son solo un escaparate, sino una forma directa de conectar con los ciudadanos, marcar agenda y reforzar la identidad.
En este sentido, la figura de Amín Azmani emerge como la más digitalmente influyente, mientras que Imbroda conserva el liderazgo en prestigio e institucionalidad.
La política melillense vive así una transformación irreversible: ya no basta con gestionar, hay que comunicar, y ya no basta con comunicar, hay que conectar.
Las redes sociales han democratizado la visibilidad, permitiendo que los partidos pequeños compitan de igual a igual con formaciones tradicionales en el terreno digital.
Lo que antes era una herramienta secundaria, hoy es una arena de debate y persuasión donde cada seguidor cuenta.
En definitiva, Melilla no solo vota en las urnas: también opina, comenta y decide en sus pantallas.









Pa aplaudir a un mono ya están los circos. Al pendejo no lo siguen más que los casi 6000 enchufados en nuestras consejerías entre familiares cachorros allegados y simpatizantes.
Imbroda sigue liderando el qué? Será el mapa digital del insulto, la soberbia y la prepotencia. Jajajajaja.
Un engreido rodeado de una pandilla de barrigas agradecidas que tienen mucho que callar. Solo hay que ver los likes que tiene y leer a la opinión pública. Lo mejor que pude hacer por Melilla es marcharse. Ya está bien de reírse de la gente.
Increíble lo del caporal,a no ser que los ciudadanos accedan a la redes para ponerlo como hoja de perejil ,que es lo que se merece.No lo publicareis.Se crítica al caporal y.eso es pecado mortal en la prensa local.