El presidente de Melilla, Juan José Imbroda, ha arremetido contra el Gobierno de España por la negativa del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) a acoger a 14 solicitantes de asilo, que han quedado a la intemperie tras un cambio en el sistema de tramitación de protección internacional. Imbroda ha calificado la medida como una “decisión inhumana” e “inadmisible”, mientras que los migrantes afectados han pasado ya dos noches acampados junto a la verja del CETI.
El conflicto surge a raíz de una modificación implementada la semana pasada por el Ministerio del Interior, que ha eliminado la posibilidad de solicitar asilo de manera presencial en Melilla. Hasta ahora, los migrantes podían acceder al CETI con la cita que les otorgaba el Ministerio, pero con el nuevo sistema, las solicitudes deben realizarse únicamente por internet, lo que ha dejado en la calle a 14 personas procedentes de distintos países de Latinoamérica y de Malí.
Migrantes atrapados
Cuatro de las personas afectadas son mujeres. Ante la falta de opciones, han tenido que instalarse en tiendas de campaña cedidas por la ONG Mec de la Rue (MdLR), que ha presentado una denuncia ante el Defensor del Pueblo para revertir la situación. Según explica la organización, la mayoría de estos solicitantes de asilo llegaron a Melilla desde la península sin conocer los cambios en el sistema de citas, lo que los ha dejado en una situación de indefensión.
El portavoz de MdLR ha advertido que esta circunstancia podría agravarse en los próximos días, ya que muchos migrantes siguen viajando a Melilla con la expectativa de que el trámite sea más rápido que en la península, donde el sistema de citas está colapsado. “Se han visto en una ratonera”, han señalado desde la ONG, destacando que los migrantes afectados no podrán tener una cita para formalizar su solicitud de asilo hasta mediados de abril.
Algunos de ellos no pueden regresar a la península por falta de recursos, mientras que otros carecen de la documentación necesaria. En la primera noche de acampada, soportaron lluvias y frío, e incluso encendieron fuego en los alrededores de las tiendas para poder cocinar.
El Gobierno defiende el procedimiento
Desde la Secretaría de Estado de Migraciones han rechazado las críticas y aseguran que el CETI de Melilla “ha acogido y sigue acogiendo a todas las personas que acreditan que son solicitantes de asilo, requisito del CETI desde siempre”. Según explican, para poder acceder al centro es necesario presentar una solicitud o manifestación de voluntad en la que figuren la fotografía, el Número de Identificación de Extranjero (NIE) y las huellas dactilares del solicitante.
Además, el Gobierno ha asegurado que la negativa de acceso no está relacionada con la capacidad del CETI, que actualmente alberga a unas 800 personas y roza su ocupación máxima.
Sin embargo, desde MdLR interpretan este requisito como una disputa interna entre el Ministerio del Interior, del que depende la Oficina de Asilo y Refugio (OAR), y el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, que gestiona el CETI. “El CETI tiene espacio para acoger a estos migrantes, pero se han encontrado con una negativa por un cambio burocrático”, han denunciado.
Críticas de Imbroda
El presidente de Melilla ha sido uno de los más críticos con la situación, exigiendo al Gobierno que actúe de inmediato para solucionar el problema. A través de sus redes sociales, Imbroda denunció que “es inadmisible que haya 14 solicitantes de asilo en la puerta del CETI acampados en tiendas de campaña, sufriendo las lluvias y sin una asistencia digna”.
En una actualización de su mensaje en la plataforma X (antes Twitter), el dirigente precisó que los afectados proceden de distintos países de Hispanoamérica y de Malí.
La vicepresidenta segunda y portavoz de la Ciudad Autónoma, Fadela Mohatar, respaldó las palabras de Imbroda y calificó la medida como “un gesto inhumano” que no tiene justificación. “No hay explicación posible para lo que está ocurriendo”, afirmó.
Futuro inmediato
La incertidumbre sobre lo que ocurrirá con los migrantes sigue en el aire. Mientras la ONG busca soluciones legales y el Gobierno defiende su actuación, los afectados continúan durmiendo en tiendas de campaña sin acceso a servicios básicos.
MdLR ha alertado de que la falta de información y la ausencia de un periodo de adaptación al nuevo sistema están generando una crisis humanitaria en la ciudad autónoma. Si la situación no se resuelve pronto, advierten que más solicitantes de asilo podrían encontrarse en la misma situación en las próximas semanas.
El Defensor del Pueblo aún no se ha pronunciado sobre la denuncia presentada, mientras la tensión entre el Gobierno y las autoridades locales sigue en aumento.