Hablar de la Legión Española implica hablar de Melilla, puesto que esta fuerza del Ejército de Tierra es todo un símbolo de nuestra ciudad. Ayer, el Tercio Gran Capitán 1º participó en un acto de gran importancia en Madrid, que estuvo presidido por el propio Rey.
Felipe VI recibió en el Palacio de Oriente a los jefes de los cuatro tercios que componen la Legión, así como al de la Brigada Alfonso XIII, que pertenece a la misma fuerza.
A todos ellos les hizo entrega de la alabarda de la Guardia Real, un símbolo de gran significado para las Fuerzas Armadas. Por parte del Tercio Gran Capitán de Melilla recogió el honor de manos del monarca el coronel Melchor Marín Elvira, jefe de esa unidad militar.
Las reales alabardas con las que se ha honrado a los legionarios llevan el nombre del actual soberano y sustituyen a las que hace 23 años entregó su padre y predecesor en la Jefatura del Estado, Juan Carlos I, a los militares de la Agrupación Canarias cuando regresaban de su misión en Bosnia-Herzegovina.
Felipe VI recibió a los jefes de la Legión con uniforme de capitán general del Ejército del Aire y el acto tuvo lugar en la Cámara Oficial del palacio.
La Legión tiene cuatro tercios. El primero, es el Gran Capitán de Melilla. Los demás son el Duque de Alba 2º, con base en Ceuta; el Juan de Austria 3º, cuya sede se encuentra en Viator (Almería); y el Alejandro Farnesio 4º, ubicado en Ronda (Málaga).
Con el acto de ayer, el Rey, que el próximo mes de junio cumplirá tres años en el trono, rinde un merecido reconocimiento a la Legión, que sin duda es uno de los cuerpos más preparados de todo el Ejército español. Su actuación en importantes misiones internacionales para el mantenimiento de la paz, como es el caso de las que se han desplegado en lugares como Bosnia, Albania, Kosovo, Irak, Afganistán, la República Democrática del Congo o Líbano, así lo demuestra.