“El Gobierno defiende la integridad territorial española y vela por el desarrollo y la prosperidad de Ceuta y de Melilla. Como ha señalado en reiteradas ocasiones el Ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, este Gobierno defenderá los valores y derechos de la ciudadanía española y los intereses de España en todo momento”.
Con esa escueta nota ha respondido el Gobierno central a la pregunta de un representante de Compromís acerca de “¿hasta cuándo piensa el Gobierno español seguir plegándose a los designios de Marruecos?”
A mediados de noviembre de 2021, el senador Carles Mulet había emplazado al Gobierno con esa interrogante, surgida a partir de la voladura de un buque de guerra por parte de Marruecos en las inmediaciones de la costa de Melilla.
Mulet se refirió a la noticia de que una patrullera marroquí había dificultado la llegada a puerto de un ferry español “para, en teoría, protegerlo de los daños colaterales provocados por el hundimiento de un buque con explosivos”.
Más adelante, el senador expuso que “Marruecos posee más de dos mil kilómetros de costa, pero ha tenido que hundir una embarcación en desuso de su Marina Real justo a las puertas de Melilla este jueves, entorpeciendo así brevemente el acceso al puerto de la ciudad autónoma”, y resumió afirmando que “el Gobierno español continúa genuflexo ante el Estado terrorista de Marruecos”.
Hace poco, este diario se hizo eco de que la diputada nacional de Vox por Ceuta, Teresa López, había considerado que “este Gobierno no puede caer más bajo”, al valorar las declaraciones del Ejecutivo sobre la instalación de una piscifactoría marroquí en aguas de las Chafarinas.
López precisó que “desde Moncloa no dan detalles sobre si conocían dicha instalación ni cuándo fueron conscientes de la misma”, y aclaró que desde el Gobierno sólo se remiten a subrayar la intención de “mantener las mejores relaciones de vecindad y cooperación con Marruecos”.
Nunca tendrás buenas relaciones si el vecino no quiere como es el caso de Marruecos.
Debemos olvidarnos de Marruecos y cerrarle todas las puertas hacia Europa , nada de introducir sus productos agrícolas que ni siquiera cumple con los requisitos de salud en Europa y para colmo precios bajos que consiguen esclavizando a sus trabajadores y utilizando pesticidas ya prohibidos en Europa por el riesgo a la salud y al medio ambiente.
Es una competencia desleal a nuestros agricultores que se les exige que sus productos cumplan la normativa y después ven como a Marruecos no se les exige lo mismo.