Más de 200 personas harán posible que Melilla cuente este fin de semana con un mercado medieval en el que se contarán con 80 puestos, más que en ninguna edición anterior de esta actividad tan esperada.
Si este fin de semana se encuentran caminando por la calle a trovadores y mujeres con largos vestidos de otra época, no se asusten. Los caballos saldrán de sus establos para recorrer de nuevo el viejo suelo de Melilla La Vieja, en vez de los coches. Los caballeros limpiarán sus espadas y las dejarán relucientes por si algún pícaro intenta robarles la bolsa del dinero mientras cabalgan defendiendo valores como el honor. Las banderolas anunciarán los torneos del día y las doncellas se enamorarán de los vencedores. Los arqueros competirán por un puñado de monedas y los artesanos venderán sus mejores productos. El mercado medieval vuelve a la ciudad en su IX Edición con un gran número de novedades y con sus grandes clásicos. Un total de 80 puestos, más que en ningún otro año, compondrá en El Pueblo un gran escenario para la diversión y el entretenimiento, haciendo de Melilla una ciudad más medieval que en otras ediciones.
La llegada de la Edad Media será anunciada en las calles de la ciudad el próximo viernes con el tradicional pasacalles que saldrá de la plaza Comandante Benítez a las 20:00 horas.
En este día se volverá a escuchar a los caballos batallando en la plaza de las Culturas. Sus jinetes se debatirán entre la vida y la muerte, de una forma ficticia, para conseguir el aplauso del público y desatar la admiración de los melillenses que desde hace nueve años no se pierden las actividades y espectáculos del mercado medieval. Esta iniciativa está programada por la Fundación Melilla Monumental y su principal objetivo no es otro que ofrecer a los melillenses un motivo más para disfrutar de El Pueblo.
Las murallas vuelven a servir de refugio a trovadores, damas en apuros, galantes caballeros con armadura y bufones que recorren las calles de Melilla La Vieja sorprendiendo a los ciudadanos con sus trajes y sus acompañantes, como una gran serpiente albina.
Qué hacer en el mercado
El presidente de Melilla Ciudad Monumental, José Vallés, aseguró a El Faro que no faltarán los pesonajes clásicos que encantan a los melillenses, como sons el señor que vende pulpo cocido al estilo gallego, los caballeros de las aves rapaces y los que recorren el mercado con una gran serpiente sobre los hombros.
Vallés aseguró que este año se creará un gran mercado medieval que divertirá a los ciudadanos no sólo por la decoración y las actividades que podrán realizar a lo largo de todo el recorrido por Melilla La Vieja, sino por los espectáculos paralelos que darán más vida a este proyecto. También indicó que habrá actividades para los niños, que se realizarán por la mañana, aunque la mayor parte de la población prefiera pasar por la plaza de las Culturas, el Foso del Hornabeque, la plaza de Armas, la plaza de Estopiñán y sus cercanías por la tarde o la noche.
Se librarán batallas por honor entre caballeros en la plaza de las Culturas. Las exposiciones y las actividades para niños y grandes se desarrollarán a lo largo del Foso del Hornabeque y de la plaza de Armas, y será en las cercanías de la calle San Miguel y la plaza de Estopiñán donde los ciudadanos podrán comprar artesanías y comida en los 80 puestos de los mercaderes.
Trovadores que cantan noticias con algo de picaresca, músicos que entonan canciones medievales y el olor de las carnes haciéndose en el fuego serán algunas de las sensaciones que captarán nuestros sentidos nada más subir las escaleras de las Peñuelas en dirección a la plaza de Estopiñán.
También olerán las empanadas gigantes, las tartas infinitas de mil sabores y las patatas fritas recién hechas. No sin olvidar los aromas de las velas e inciensos de los puestos de pendientes, collares, piedras y un sinfín de artesanías que se podrán comprar en este escaparate que nos hará retroceder varios siglos en el tiempo.
El año pasado, incluso el suelo era distinto, pues miles de kilos de paja estaban repartidos por todas las calles, y al pasar por el callejón de Santiago, un loco agarraba a los ciudadanos de sus ropas para pedirles que le liberaran de las rejas que le retenían.
El viernes, tras el pasacalles, se inaugurará esta visita al pasado a las 20:30 horas. Vallés invitó a todos los ciudadanos a dar una vuelta y descubrir un mundo que ha formado parte de nuestra historia. Así, destacó que esperan que el número de visitantes sea igual o más que el del pasado año, en el que registraron entre 40.000 y 50.000 visitas.
Uno de los añadidos de esta actividad que está abierta a toda la sociedad es que no es necesario pagar para entrar y, por supuesto, no es preciso comprar nada. Vallés aseguró que si el melillense no lo desea, no tiene porqué gastarse un euro en este mercado medieval, y en cambio, disfrutará mucho con los pasacalles, el teatro, los animadores y las actividades programadas.
Del viernes al domingo, Melilla vivirá entre dos mundos. Uno en el que el reloj marcará qué actividades hay que hacer, como ir al trabajo, comer o irse a dormir. Y otro, entre las murallas, en el que el tiempo no existirá y donde los ciudadanos se mezclarán entre el arte de los trovadores y artesanos y las comidas de antaño.