Hoy, 4 de diciembre, la Base “Alfonso XIII” ha sido testigo de una celebración militar en honor a Santa Bárbara, patrona del Arma de Artillería y de los Ingenieros Politécnicos del Ejército de Tierra. La jornada, marcada por la tradición, la disciplina y el reconocimiento al mérito, ha reunido a los miembros del Regimiento de Artillería Mixto nº 32 (RAMIX 32), autoridades civiles y militares, veteranos y familiares en un acto que refuerza el espíritu de unidad y el orgullo por el servicio a España.
La festividad de Santa Bárbara es, desde hace más de cinco siglos, una fecha señalada para los artilleros españoles. Su historia inspira a quienes integran esta especialidad militar a mantener firme su compromiso con la profesión y con los valores del Ejército de Tierra. La Santa, nacida en el siglo III en Nicomedia, fue encerrada por su propio padre para protegerla de influencias externas. Durante su encierro, abrazó la fe cristiana y ordenó abrir una tercera ventana en su torre como símbolo de la Trinidad. Rechazó los matrimonios impuestos por su progenitor y, al ser descubierta, fue entregada a las autoridades, torturada y finalmente decapitada por su padre, quien según la leyenda murió fulminado por un rayo, signo de la protección divina sobre la mártir. La iconografía de Santa Bárbara la muestra con un castillo en la mano izquierda, un cáliz en la derecha, una espada a sus pies y, en el fondo, un rayo cayendo sobre su padre. Por ello, es considerada protectora de los artilleros y de quienes trabajan con fuego y explosivos.
El acto central organizado por el RAMIX 32 ha estado presidido por el Teniente General Enrique Campo Loarte, jefe del Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA), quien fue recibido con los honores reglamentarios al llegar a la Explanada “Héroes de Melilla”. La ceremonia contó también con la presencia de las principales autoridades civiles y militares de Melilla, así como representantes de la Delegación del Gobierno.
Para la ocasión, se dispuso una formación militar compuesta por unidades clave del regimiento, bajo el mando del Coronel Francisco Carmona Galnares, jefe del RAMIX 32. Entre ellas se encontraban la Escuadra de Batidores, la Plana Mayor de Mando, tres baterías del Grupo de Artillería de Campaña 1/32, dos baterías del Grupo de Artillería Antiaérea 11/32, una unidad motorizada, una sección de salvas con dos piezas Schneider 75/22 mm y la Unidad de Música y Banda de Guerra Mixta de la Comandancia General de Melilla. La formación adoptó el orden de desfile en la zona de espera antes de incorporarse a la explanada, donde se dio inicio al acto con honores y revista.
El programa incluyó la incorporación del Estandarte, los honores reglamentarios y el saludo de la autoridad que presidía la ceremonia. Tras este momento, se procedió a la renovación del juramento ante el Estandarte por parte del personal que pasaba a la reserva, un acto cargado de simbolismo y de emoción, ya que representa la continuidad del compromiso adquirido por los militares a lo largo de sus años de servicio.
Uno de los momentos más esperados de la jornada fue la imposición de condecoraciones, que reconocen la dedicación, la profesionalidad y el mérito de los integrantes del regimiento. Entre las distinciones entregadas se encuentran: la Encomienda de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo, otorgada a tres CUMAs; la Cruz de la Constancia en el Servicio en su modalidad de Plata, concedida a cuatro militares de tropa; la Cruz de la Constancia en el Servicio en su modalidad de Bronce, para un militar de tropa; y la Cruz del Mérito Militar con distintivo blanco, otorgada a cuatro CUMAs y diez militares de tropa. Estas condecoraciones simbolizan no solo la trayectoria profesional, sino también la confianza y el respeto que los miembros del Ejército se han ganado a través de años de entrega y sacrificio.
El nombramiento del nuevo Artillero Honorario fue otro de los hitos destacados. En esta ocasión, recayó en el Comandante General de Melilla, Luis Cortés Delgado, en reconocimiento a su afecto, apoyo constante y cercanía con el Arma de Artillería y sus unidades. El coronel Carmona Galnares expresó. "Bienvenido a nuestra familia artillera. Es para nosotros un honor y un privilegio tenerle entre nosotros."
Durante su alocución, el coronel Carmona Galnares dirigió palabras de felicitación y ánimo a toda la formación. Destacó el esfuerzo realizado a lo largo del año, con innumerables actividades de instrucción en Melilla y ejercicios de fuego real en la península, con el objetivo de mantener siempre la preparación física, técnica y psicológica de la unidad. Recordó, asimismo, a los militares desplegados en misiones internacionales en Turquía y Letonia, subrayando la importancia de su labor y el sacrificio de sus familias."Contribuyen con su trabajo y con el sacrificio de sus familias a que tengamos paz y seguridad dentro de nuestras fronteras. Os deseamos una feliz misión y un buen regreso a casa."
El coronel también rindió homenaje a los caídos, recordando especialmente al sargento Brian García Vallejos, fallecido a principios de este año, y destacó que la memoria de los que ya no están permanece viva en cada formación y actividad del regimiento."Ellos representan lo mejor de nosotros: el sacrificio, el deber cumplido y la entrega sin reservas."
El acto continuó con el homenaje a los que dieron su vida por España y la interpretación del Himno de Artillería. Finalmente, se procedió a la despedida del Estandarte, la dislocación de la fuerza y los tradicionales desfiles a pie y motorizados, que pusieron fin a la ceremonia formal.
La jornada concluyó con un mensaje de unidad y compromiso. "Cornetín, toque firmes. Componentes del Regimiento Mixto de Artillería 32, como muestra de nuestro compromiso con España, con nuestra unidad y con el Arma de Artillería, os pido que gritéis conmigo: ¡Viva España! ¡Viva el Rey! ¡Viva la Artillería!"
Con esta celebración, el RAMIX 32 no solo honra a su patrona, sino que reafirma su vocación de servicio, profesionalidad y espíritu de equipo, valores esenciales que guían su día a día. La festividad de Santa Bárbara sirve para recordar la importancia de la formación, la constancia y la entrega, así como para fortalecer los lazos entre los miembros del regimiento, sus familias y la sociedad española.
Hoy, más que nunca, los artilleros de Melilla y sus unidades vinculadas han demostrado que el legado de Santa Bárbara sigue vivo. La fortaleza ante la adversidad, la firmeza en la fe y la excelencia en el cumplimiento del deber son principios que se renuevan cada 4 de diciembre, consolidando una tradición que une pasado, presente y futuro en la vida del Ejército de Tierra.
