El PP critica la decisión y afirma que ello “adelgaza” la presencia del Estado en la ciudad.
El PP consideró ayer que con el cierre de la sucursal del Banco de España en Melilla “se adelgaza” la presencia del Estado en la ciudad autónoma, algo que “no es bueno”.
Así lo manifestó en rueda de prensa el diputado nacional del PP por Melilla, Antonio Gutiérrez, quien precisó que la desaparición de la sede no es buena, no porque pueda haber “un interés oculto”, sino por el hecho de que incrementa todavía más la “desigualdad” que la ciudad tiene con respecto a otras autonomías.
Gutiérrez presentó una interpelación al Gobierno para que explique cuál es la idea que tiene respecto al futuro del edificio del Banco de España, al considerar que se trata de un inmueble “emblemático” que no puede sufrir la misma suerte que otros.
Este es el caso del anterior edificio de Correos, que se encuentra sin destino fija tras el cambio de sede de esta entidad hace ya varios meses.
El parlamentario acompañó esta propuesta de una petición al gobernador del Banco de España para que informe de la actividad que se llevaría a cabo en el edificio, y si tendrá conversaciones con el Gobierno melillense previas a cualquier decisión.
La intención de Gutiérrez, según explicó, es que el Gobierno pueda contestar antes de que finalice el período de sesiones el próximo 30 de junio.
El parlamentario lamentó en cualquier caso que el cierre del Banco de España sea definitivamente una realidad pese a los intentos y gestiones de los representantes de Melilla y Ceuta en las Cámaras Alta y Baja y del propio presidente melillense, Juan José Imbroda, actualmente en funciones.
Por último, recordó las entrevistas que se mantuvieron con el subgobernador del Banco de España para evitar esta decisión, sobre la que al final el Gobierno se reafirmó contestando en sede parlamentaria que respondía a criterios de “eficacia y eficiencia de los recursos” y que la actividad económica quedaría “cubierta”.
Sobre este tema, el presidente en funciones, Juan José Imbroda, lamentó que la sucursal se haya cerrado, máximo al tratarse de una institución tan “emblemática”, ubicada en la Plaza de España. "Yo no lo hubiese cerrado”, sentenció.