La mitad de los 38.000 L/m² de agua que se consumen diariamente en Melilla, provienen de las plantas desaladoras, y la otra mitad vienen de los diferentes acuíferos que existen en la ciudad.
Estos acuíferos están muy salinizados, por lo que el agua que se encuentra en ellos está sobre explotada de cloruros, y por ende tiene ese “mal sabor que le caracteriza”, resaltó Rosa González, una de las tres coordinadoras de Guelaya Melilla. Esto es real hasta tal punto, que el Ministerio ha calificado el agua de Melilla como potable, pero "no apta para el consumo".
Por lo tanto, la solución a la que recurren los melillenses es la de beber agua embotellada, “sabiendo los residuos que tiene”, afirmó la coordinadora. Sin embargo, desde Gelaya Melilla, se propone “mejorar la situación actual” de los acuíferos y cambiar el “cuarto módulo”, insistió.
Algunos estudios, afirmaban que el consumo medio de Melilla era inferior a la media nacional. En cambio, se observa que esto no es así, ya que el registro final es aproximadamente de 400 litros por cada personas diariamente, en comparación a los 136 litros de media por persona que se refleja en el resto del país, añadió González.
Debido a esta situación, la cual ha afirmado que es “una auténtica barbaridad”. La Asociación de Ecologistas en Acción, afirmaron que esto se debe “presuntamente” a que la población de Melilla es “mucho mayor” a la que se refleja en el censo oficial del INE. Aseguran que la cifra puede ser de más de 30.000 personas, sumadas a los más de 85.000 habitantes censados.
Por último, el retorno del agua, la cual sería la diferencia entre el agua que hay en el canal, y la que sale de la depuradora, se encuentra entre el 80% y el 85%. Este dato “si es más que aceptable”, reconoció la coordinadora González.