El Centro Penitenciario de Melilla espera que sus niveles de población se normalicen a partir de enero, cuando hay previsto una mayor fluidez en los traslado de reclusos a la península. Así lo afirmó en la jornada de ayer el director de dichas instalaciones, José Rebollo, quien resaltó que es a finales de año cuando, estadísticamente, más aumentan los ingresos en el centro, aunque no hay una causa concreta para explicar dicho repunte.
Asimismo, aseguró que la situación dentro de la cárcel es buena pese a que el número de internos es mayor de lo normal. “Llevamos así varios meses. Pese a ello, no hay demasiados incidentes desagradables. No existen problemas ni con los reos ni con los funcionarios que trabajan aquí”, apuntó.
Hay que recordar que el sindicato Acaip señaló el pasado domingo a este periódico que la cárcel se encontraba masificada y que no paraban de entrar nuevos presos en las instalaciones, lo que hace temer a los empleados un repunte en la conflictividad, que según Acaip siempre se incrementa durante las fiestas navideñas.
Más entradas que salidas
Rebollo insistió en que no están produciendo problemas de ningún tipo, aunque no desmintió que la cárcel se encuentre saturada. “El día a día tras los muros es completamente normal”, aseguró. Además, apuntó que el número de traslados de internos a penitenciarías de la península ha sido permanente a lo largo del año, aunque en los últimos meses el número de entradas ha sido mayor que el de salidas, lo que ha provocado la saturación de las instalaciones.
De de esta forma, Rebollo salió al paso de las declaraciones de Acaip, desde donde aseguraron que la población reclusa continuará incrementándose. El director de la cárcel insistió en que es “normal” que a finales de año se produzca un repunte en el número de entradas, así como que en enero la población de la cárcel baje gracias a un mayor número de salidas. “No hay motivos para la alarma. Actualmente la cárcel está funcionando con total corrección. En un mes la cosa irá a mejor”, concluyó.