Con motivo del Día del Libro, que se celebra cada 23 de abril en homenaje a la literatura universal y su poder transformador, el Centro de Historia y Cultura Militar de Melilla ha seleccionado como libro destacado del mes una de las ediciones más singulares del canon cervantino: la edición centenaria de Don Quijote de la Mancha, publicada en 1905 por R.L. Cabrera. La elección pone en valor el legado de esta obra y su impacto atemporal en la cultura hispánica y universal.
La obra, estructurada en ocho tomos —cuatro dedicados al texto original y otros cuatro centrados exclusivamente en ilustraciones—, forma parte del fondo bibliográfico de la Biblioteca Histórico Militar de Melilla. Esta edición no solo conmemora los 300 años de la publicación de la primera parte del Quijote en 1605, sino que ofrece un acercamiento integral que conjuga fidelidad textual, interpretación crítica y riqueza visual.
Dialoga con la historia y el arte
La propuesta editorial de R.L. Cabrera fue innovadora para su época. En lugar de limitarse a una reproducción del texto, apostó por una obra de alto valor artístico y académico. El objetivo era rendir homenaje a la obra magna de Cervantes desde una óptica que no solo respetara su contenido, sino que también lo revitalizara mediante nuevas formas de lectura e interpretación.
Uno de los elementos más destacados de esta edición es su impresionante aparato gráfico. Las ilustraciones fueron en su mayoría obra del pintor sevillano José Jiménez Aranda, quien dedicó más de cuatro décadas a representar escenas emblemáticas del Quijote. A su muerte en 1903, el proyecto fue finalizado por un conjunto de artistas de renombre como Joaquín Sorolla, Emilio Sala, Joaquín Villegas y Alpériz, quienes respetaron el estilo iniciado por Aranda y completaron el ciclo visual de la obra.
Estas ilustraciones, lejos de ser meros adornos, enriquecen la experiencia lectora y ayudan a comprender mejor los matices narrativos, emocionales y simbólicos del texto. El arte, en este caso, no acompaña al libro: lo interpreta, lo amplifica y lo preserva como patrimonio.
Valor literario y académico
A la dimensión artística se suma el análisis crítico de José Ramón Mélida, historiador y erudito, cuya lectura contextualizada ofrece al lector un marco interpretativo profundo. Mélida explora los elementos filosóficos, sociales y lingüísticos de la novela, y permite una comprensión más rica de los dilemas de los personajes y del legado cervantino.
La conjunción de estos elementos convierte a la edición de R.L. Cabrera en una obra total: un libro que es, a la vez, texto, imagen, análisis y memoria. Esta propuesta editorial anticipó un enfoque multidisciplinar que hoy consideramos esencial en la conservación y transmisión del patrimonio literario.
Leer con otros ojos
La Biblioteca Histórico Militar de Melilla invita este mes a explorar esta edición conmemorativa, no solo como una reliquia, sino como una experiencia viva que interpela al lector contemporáneo. A través del Quijote y sus múltiples lecturas, esta obra ofrece un espejo donde mirar nuestras propias contradicciones, sueños e ideales.
Además de su valor artístico e histórico, esta edición centenaria representa una oportunidad educativa excepcional. Su accesibilidad pública permite a investigadores, docentes y estudiantes adentrarse en una lectura comentada y visualmente enriquecida del clásico, favoreciendo nuevas líneas de interpretación en el ámbito académico y divulgativo.
Tal como ya hiciera con títulos como Pavía 1525: la tumba de la nobleza francesa, que fue libro del mes en febrero pasado, la institución reafirma su compromiso con la promoción de la cultura, acercando el conocimiento histórico y literario a la ciudadanía.
Este Día del Libro, sumarse a la lectura del Quijote del centenario es también un acto de memoria y reivindicación del valor imperecedero de los clásicos.