El abandono temprano de la educación en Melilla fue de un 12,7% en el pasado año 2022, según los datos publicados en estos días por el Ministerio de Educación. En los últimos 20 años, la cifra ha caído del 28% de 2002 al 12,7% de 2022, lo cual representa un descenso del 54,64%, siempre según las mismas fuentes oficiales.
El abandono temprano de la educación y la formación ha caído en todas las comunidades autónomas de forma constante durante las dos últimas décadas -salvo un ligero repunte el pasado año- entre el 45,68 % de Madrid y el 73,85 % de Navarra, según los últimos datos divulgados por el Ministerio de Educación.
El análisis de la Encuesta de Población Activa publicado por Educación revela las diferencias territoriales existentes tanto en la dimensión de esta reducción como en las propias tasas de abandono educativo temprano, que en todo caso siguen siendo más bajas en el tercio noroeste peninsular, como ocurría ya a principios de este siglo.
Así, las tasas más bajas en 2022 se registraban en País Vasco (5,6%), Navarra (5,7%), Cantabria (8,9%), Galicia y Castilla y León (9,9 %), Extremadura (10,8 %), La Rioja (11,3%), Aragón (11,4%) y Asturias (11,5%).
A continuación aparecen en este listado Canarias (11,7%), Madrid (13,2%) y Castilla-La Mancha (15,1%) y finalmente todas las comunidades mediterráneas: Andalucía (15,3%), la Comunidad Valenciana (15,7%), Cataluña (16,9%), Baleares (18,2%) y Murcia (18,7%).
Un análisis de la Fundación La Caixa de 2021, que llamaba la atención sobre las "notables" diferencias territoriales en este ámbito, señalaba entre los factores que explican esa disparidad la estructura del mercado laboral, las oportunidades de empleo para la juventud, el tipo de ocupaciones y su cualificación y el nivel sociocultural y económico de la población.
Apuntaba también a los distintos niveles de inversión en el sistema educativo de las comunidades autónomas, ya que ejercen las competencias de política educativa y han sido agentes de innovación muy importantes.
Otro estudio, en este caso de Funcas, sugería como otra causa que la baja tasa de fracaso escolar de algunas comunidades "no refleja el aprendizaje de sus alumnos, sino una tradición de puntuar más alto y aprobar más fácil".
Cifras muy inferiores
Mientras que actualmente el 18,7% de Murcia marca la tasa más alta de abandono temprano de la educación y la formación, hace dos décadas todas las comunidades autónomas excepto País Vasco (13,4%) superaban esa cifra, con máximos en Baleares (39,9%), Murcia (39,4%), Extremadura (38,1%), Andalucía (37%), Castilla-La Mancha (36,7%) y la Comunidad Valenciana (36%).
En esos 20 años, tanto comunidades con las tasas más altas como bajas han registrado fuertes reducciones, por encima del 70% en Navarra (-73,85 %) y Extremadura (-71,65 %) y superiores al 60% en Cantabria (-66,42%), Canarias (-65,18%) y Galicia (-63,74%).
Un rasgo común a todos los territorios es que la tasa de abandono masculina es superior a la femenina, en mayor medida en Murcia (10,1 puntos porcentuales de diferencia), Canarias, La Rioja (8,7 puntos en ambos casos) y Aragón (8,6) y en menor magnitud en Asturias (0,6 puntos), Cantabria (1,2), País Vasco (2,8) y Madrid (2,9 puntos porcentuales).