La economía circular ha irrumpido con fuerza en los últimos años. Una solución orientada a incrementar la sostenibilidad y cuidar el medio ambiente a través de la reducción, el reciclaje y la reutilización de los productos.
Para conocer cómo se posiciona Melilla ante esta revolución social y productiva, El Faro ha charlado con Hassan Mohatar, consejero de Medio Ambiente de la Ciudad, Francisco Rodríguez, director de Relaciones Externas de Mercadona, en Málaga y Melilla, y Enrique Alcoba, presidente de la patronal melillense, CEME. El encuentro, conducido por el director de El Faro, Fernando García, se ha producido en el Parador de Melilla.
En el debate se han tratado temas como la importancia de reducir el uso de plásticos y otros materiales de difícil degradación, qué políticas medioambientales se pueden y se están aplicando en Melilla o por qué es necesario este cambio de modelo.
Para el consejero de Medio Ambiente, Hassan Mohatar, aplicar la economía circular es “totalmente necesario” para esa segunda vida que hay que dar a los productos que hasta hace poco se tiraban. El objetivo, subraya, es que haya menos contaminación “y eso es positivo”.
Señala Mohatar que la nueva forma de abordar la sostenibilidad se está dando en todos los ámbitos y en cualquier tipo de producción y considera que dar una segunda vida útil a los productos es beneficioso. “Era algo inimaginable hace unos años, pero ahora a todo se le puede sacar una segunda oportunidad”, reflexiona. “Tenemos que cuidar ese hábitat común, que es donde vivimos”, resalta.
Por su parte, el director de Relaciones Externas de Mercadona en Málaga y Melilla, Francisco Rodríguez, indica que “en Mercadona dimos el sí a cuidar el planeta”, y explica que desde la empresa se han marcado una estrategia llamada 6.25, con tres objetivos: reducir un 25% el plástico que tienen en la empresa, que el que se quede sea reciclable y lograr gestionar el 100% de los residuos plásticos.
“Hay seis propuestas”, indica Rodríguez, “y las dos primeras están cumplidas” en Mercadona, en referencia a que todas las bolsas que se usan en sus tiendas ya son compostables o reutilizables y a que todos los productos de único uso sean sustituidos por otros de materiales reutilizables, como cartón o madera. Buscan que todos los productos que se quedan sean reciclables y que no sean de plástico virgen.
Además, resalta la gestión de todos los residuos que generan. “Todo aquello que nos llega de los envases lo podemos reutilizar. Estamos a un 70%”, asegura.
También hace referencia a la importancia de contribuir a informar a los consumidores, “a los jefes” como se llama a los clientes en Mercadona, y recuerda que ya en octubre se regalaba en las tiendas de la cadena un imán donde se explicaba cómo reciclar los productos que se adquieren en las tiendas de la empresa.
Asimismo, Mercadona ha incluido pictogramas en todos sus productos con indicaciones para su correcto reciclaje. “Les dices a los jefes dónde tienen que depositar cada producto”, explica.
Para las empresas de Melilla, el reciclaje se ha convertido en un asunto fundamental también, y los empresarios locales están cada vez “más mentalizados con el mensaje del cambio climático”, indica Enrique Alcoba, presidente de la CEME.
“Llevamos varios años trabajando”, señala, y asegura que los empresarios están concienciados, sobre todo, las grande y medianas empresas, que son los que marcan la pauta”.
Los más problemático son los plásticos, advierte Alcoba. “Todos hemos visto las imágenes de los océanos, la cantidad de tiempo que tiene que pasar para que desaparezcan y el daño que provocan”, se lamenta.
Para Alcoba hay tres residuos que son los más problemáticos: el plástico, el cartón y los aceites. Tres productos “que antes se tiraban a cualquier sitio y ahora, con el apoyo de la Administración,
estas materias se reutilizan”.
“Siempre se podrá hacer mucho más, pero tanto los ciudadanos como las empresas nos vamos mentalizando por el futuro de las nuevas generaciones”.
Dentro de la aplicación de este nuevo modelo, Mohatar tiene claro que la Administración Pública debe jugar un papel fundamental. Y debe dar las herramientas para que ciudadanos y empresas se sumen a la política de reciclaje.
“Es verdad que la política del reciclaje llegó un poco tarde en Melilla”, se lamenta el consejero, quien explica que el contenedor amarillo se implantó en 2019, pero se muestra esperanzado ya que desde su instalación, los resultados “son espectaculares”.
“Los datos dicen que en Melilla cada vez se recicla más y mejor”, asegura. Como ejemplo de la buena marcha de estas políticas de recogida selectiva de residuos, Mohatar explica que los datos de residuos impropios en estos contenedores es del 23%, una tasa “bastante aceptable” ya que la media nacional esté en un 21%. “Y solo en dos años de implantación”, subraya el consejero.
Reconoce Mohatar que en Melilla faltaban una serie de infraestructura para que el reciclaje sea efectivo. “Muchas veces tenemos problemas de logística. Tenemos los contenedores que se llenan pero no tenemos un punto limpio”.
Este tipo de materiales han de ser llevados a la península para poder darles una segunda vida, y el consejero defiende que la Administración tiene la obligación de tener una infraestructura para “invitar al ciudadano a que recicle cada vez más”.
En Melilla, desde enero se han reciclado 319 toneladas de papel y el vidrio, otra parte importante del reciclaje, alcanza las 333 toneladas en lo que va de año.
Aparte, Mohatar se muestra convencido de que la concienciación sobre la necesidad del reciclaje debe empezar desde de las bases, “en los colegios para que los niños se vayan familiarizando”.
En este aspecto coincide con Rodríguez, quien señala la importancia de la divulgación en ese compromiso con el medio ambiente.
“Podemos contribuir a esa implicación del ciudadano dentro de la estrategia que tenemos establecida”, indica.
En Mercadona, por ejemplo, los más de 95.000 empleados han recibido formación sobre el reciclaje, lo que les convierte en altavoces para ese flujo de información.
Además, recuerda que en Mercadona llevan internamente 25 años asumiendo el reciclaje del plástico y del cartón que generan. Cada día, Mercadona trata 200.000 toneladas, de las más de 1.600 tiendas en toda la cadena: 200 kilos de cartón y 40 de plástico de media por establecimiento. “Nos preocupamos nosotros de esa gestión”, explica.
Para Alcoba, también es importante que ahora se esté educando en este área, y recuerda que para las personas de su generación “este tema no existía, era otra mentalidad y no se pensaba que se iba a llegar a este situación”.
Sobre las oportunidades que crea la economía circular en la generación de riqueza y empleo, el consejero de Medio Ambiente explica que para todo el tratamiento de residuos, la selección de diferentes envases y cartones, se necesita de una infraestructura y contratación de personal y anuncia la próxima inauguración del equipamiento del punto limpio de la ciudad, que va a necesitar la contratación de trabajadores.
“Se trata de una oportunidad de negocio, pero no solo aquí”, destaca Mohatar. Esos productos, al tener una segunda vida útil, crean una serie de “oportunidades inmensas” indica y explica que provocará contrataciones”. “Creará mucho empleo y es positivo para la economía de la ciudad y de las empresas”, asegura.
Sobre esta segunda vida útil de los productos, trabajan desde hace tiempo en Mercadona. Rodríguez explica que han trabajado para que el menaje que se ofrece en sus tiendas sea reutilizable y que incluso pueda meterse en el lavavajillas para poder usarse más veces.
“Las alternativas existen, pero tenemos que tener la imaginación y la información de lo que quiere el consumidor. Es el gran ejercicio que tenemos que hacer todos los días en el tema del medio ambiente”, afirma.
También recuerda que no todo el plástico es negativo y pone como ejemplo la necesidad de este material en ciertas circunstancias, como es en el uso médico, por ejemplo, a la hora de inyectar las vacunas contra el coronavirus.
Al respecto de cómo se desenvuelven las empresas de Melilla en el ámbito del reciclaje, el presidente de los empresarios, Enrique Alcoba, señala que con la normativa actual y el número de contenedores que hay se trabaja bien, “es cuestión de mentalizar a todos en el uso de los contenedores y de los horarios”, explica y asegura que los comercios y empresas de la ciudad están bastante coordinados.
Cambio de modelo en Melilla
Rodríguez reconoce que cambiar el modelo de la noche a la mañana es un proceso de largo recorrido. “Nos queda mucho por hacer, pero se van haciendo cosas” y pone como ejemplo la máquina de zumo de las tiendas de Mercadona. El cambio de la botella a una de plástico reciclado ha supuesto un ahorro de más de 800 toneladas de plástico virgen.
“Nosotros somos de otra generación”, reconoce Mohatar, y señala que en su época de estudiante no conocían el reciclaje.
“El gran reto es que las nuevas generaciones sí lo sepan”. También recuerda que en 2023 tienen la obligación de implantar el quinto contenedor, el que se dedicará a restos orgánicos. “Prácticamente se va a reciclar todo. Es el objetivo”, se muestra convencido.