Bangladesh es un país del sur de Asia, ubicado en el delta del Ganges y el Brahmaputra. A pesar de su tamaño relativamente pequeño, es uno de los países más densamente poblados del mundo, con más de 170 millones de habitantes. Su capital, Daca (Dhaka), es una ciudad vibrante y caótica que simboliza la energía de una nación joven, resiliente y en constante transformación.
Independizado de Pakistán en 1971, Bangladesh ha recorrido un largo camino marcado por desafíos sociales, desastres naturales y crecimiento económico sorprendente. Es un país de grandes contrastes, donde conviven pobreza y desarrollo, tradición y modernidad, campos de arroz y fábricas textiles, poesía y resiliencia.
Historia: De Bengala a la independencia
La región de Bengala, donde hoy se sitúa Bangladesh, ha sido históricamente una tierra fértil y culturalmente rica. Fue parte de varios imperios, incluidos el Maurya, Gupta, mogol y británico. Durante el periodo colonial, Bengala se convirtió en una de las joyas del Imperio Británico, tanto por su producción textil como por su importancia estratégica.
En 1947, con la partición de la India británica, Bengala se dividió: el este se unió a Pakistán como Pakistán Oriental, mientras que el oeste se integró en la India. Las tensiones entre Pakistán Oriental y Occidental crecieron durante décadas debido a la discriminación lingüística, económica y política.
Tras una sangrienta guerra de independencia en 1971, apoyada por India, nació la República Popular de Bangladesh. Desde entonces, el país ha vivido períodos de inestabilidad, golpes de Estado y una transición democrática aún en evolución.
Ciudades principales: Daca, Chittagong y más
Daca
Capital y corazón económico del país, Daca es una de las ciudades más densamente pobladas del mundo. Caótica y vibrante, es un centro de producción textil, política, arte y cultura. Mezcla arquitectura colonial británica, barrios populares, rascacielos en crecimiento y barrios informales que reflejan sus desafíos urbanos.
Chittagong
Es el principal puerto del país y una ciudad industrial clave. Conectada al comercio marítimo internacional, alberga astilleros, fábricas y zonas francas de exportación. También es el acceso a la región montañosa de las Chittagong Hill Tracts, donde viven diversas comunidades indígenas.
Otras ciudades
Rajshahi, Sylhet y Khulna son también importantes polos regionales, con universidades, centros agrícolas, reservas naturales y riquezas culturales.
Religión y diversidad cultural
La mayoría de la población de Bangladesh es musulmana (alrededor del 90 %), y el islam es la religión predominante. Sin embargo, también hay minorías hindúes, budistas, cristianas y grupos indígenas con prácticas ancestrales.
La Constitución garantiza la libertad religiosa, y muchas festividades se celebran en convivencia. Aun así, persisten desafíos en cuanto a la tolerancia, especialmente en contextos políticos o sociales tensos.
Bangladesh posee una rica tradición cultural bengalí compartida en parte con el estado indio de Bengala Occidental. La literatura, la música, el teatro y la danza tienen un papel destacado. El poeta Rabindranath Tagore, premio Nobel de Literatura en 1913, es una figura común a ambas regiones.
Textiles, economía y desafíos
Bangladesh es el segundo mayor exportador mundial de ropa después de China. Su sector textil emplea a millones de personas, especialmente mujeres, y es el motor de su crecimiento económico.
A pesar de sus avances en desarrollo humano y reducción de la pobreza, el país sigue enfrentando importantes retos: desigualdad social, dependencia del trabajo informal, infraestructuras débiles y vulnerabilidad ante el cambio climático.
En los últimos años, Bangladesh ha diversificado su economía hacia la tecnología, la agricultura intensiva, el microcrédito (con instituciones como el Grameen Bank) y la exportación de mano de obra, principalmente a países del Golfo.
Vida rural y agricultura
Más del 60 % de la población de Bangladesh vive en zonas rurales. El arroz es el principal cultivo, seguido del yute, el té, las verduras y frutas tropicales. La pesca, tanto en ríos como en el delta y la costa, es vital para la seguridad alimentaria del país.
La tierra es fértil, pero las frecuentes inundaciones, ciclones y la erosión costera amenazan a las comunidades agrícolas. El país ha desarrollado sistemas de alerta temprana, diques y agricultura resiliente para adaptarse a los efectos del cambio climático.
Naturaleza y medio ambiente
Bangladesh alberga el mayor bosque de manglares del mundo: los Sundarbans, compartido con India, hogar del emblemático tigre de Bengala. Esta región, declarada Patrimonio de la Humanidad, es crucial para la biodiversidad y la protección contra ciclones.
A pesar de su belleza natural, Bangladesh sufre graves problemas medioambientales: contaminación del aire y agua, deforestación, urbanización descontrolada y una gran presión demográfica. Sin embargo, también es ejemplo de resistencia climática, con proyectos pioneros en agricultura sostenible, arquitectura resiliente y empoderamiento comunitario frente a desastres.
La alfabetización ha mejorado notablemente en las últimas décadas, así como los índices de salud y esperanza de vida. Bangladesh ha sido reconocido internacionalmente por su sistema de salud comunitaria, campañas de vacunación y programas de microfinanzas.
Las mujeres han jugado un papel clave en el desarrollo del país, tanto en la economía como en la política. No es casual que Bangladesh haya sido gobernado, de forma alternada, por dos mujeres durante más de tres décadas: Sheikh Hasina (actual primera ministra) y Khaleda Zia.
Turismo: Cultura, naturaleza y espiritualidad
Aunque aún es un destino poco explotado, Bangladesh ofrece atractivos turísticos singulares:
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Los Sundarbans, con sus canales, fauna salvaje y caminatas entre manglares.
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Cox’s Bazar, la playa natural más larga del mundo (120 km).
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Srimangal, la región del té, con colinas verdes y plantaciones aromáticas.
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Paharpur, sitio arqueológico budista declarado Patrimonio de la Humanidad.
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Fuerte Lalbagh , en Dhaka, joya arquitectónica mogol.
Además, los visitantes pueden descubrir la calidez del pueblo bengalí, su cocina especiada y sabrosa (basada en arroz, lentejas, pescado y curry), y una identidad nacional orgullosa y en movimiento.
Bangladesh es un país que desafía expectativas. A pesar de sus limitaciones geográficas, demográficas y climáticas, ha demostrado una capacidad de resiliencia y progreso notable. Es una nación joven, densamente poblada, compleja y diversa, donde la esperanza convive con la dificultad, y donde millones de personas luchan por mejorar su vida día a día.
Con una cultura milenaria, una economía emergente y una conciencia medioambiental cada vez más activa, Bangladesh se perfila como un actor importante en el sur de Asia. Un lugar donde la historia, el delta y la humanidad se entrelazan.








