La veterana rotaria Ana Belmonte se hará cargo de la Presidencia de Rotary Melilla durante el nuevo mandato 2023-2024, sustituyendo en el cargo al historiador Juan Bellver que ha venido ejerciéndolo durante los dos últimos años.
La ceremonia de cambio de collares, en la que se produce el nombramiento formal de una nueva Junta de Gobierno, se llevó a cabo en la sede local de Rotary, el Hotel Tryp Melilla Puerto, ante una treintena larga de socios e invitados y la presencia de otros rotarios desplazados a Melilla para la ocasión como David Alea y JJ. Frías, del club de Estepona.
En sus respectivas intervenciones, ambos presidentes, el saliente y entrante, expusieron su visión del rotarismo, las metas conseguidas en el ejercicio trascurrido y las marcadas para el nuevo año rotario que siempre trascurre formalmente desde comienzos de julio hasta el mismo mes del año siguiente, con agosto como mes vacacional por excelencia. No obstante, a causa de las distorsiones provocadas por los efectos de la pandemia, los dos últimos presidentes, tanto Juan Bellver como, anteriormente, Julia De Juan Montoya, cubrieron períodos de dos anualidades, solventando las especiales circunstancias y contribuyendo con su mayor continuidad a mantener activos y cohesionados a los rotarios locales.
Durante su alocución, Ana Belmonte, hizo gala de su gran experiencia como rotaria, organización en la que ya ha ejercido varias veces como delegada de los gobernadores del distrito rotario al que pertenece el club melillense e incluso como presidenta de la entidad local.
De tal forma, reafirmó el compromiso de Rotary con la acción social, abogó por seguir cooperando con las Hermanas del Monte María Cristina, con la Asociación nadorense Al Jasmine, el Banco de Alimentos y con todos aquellos proyectos sólidos de las instituciones sociales melillenses dedicadas a los más necesitados.
Igualmente, expresó su deseo de retomar el ciclo de conferencias de interés general que, con anterioridad a la pandemia, solía organizar el Club, y abogó asimismo por recuperar las becas rotarias para los estudiantes melillenses con mejores expedientes académicos.
Destacar la labor del Club, captar nuevos rotarios y dar visibilidad a los principios y filosofía del movimiento iniciado por Paul Harris, resumen el catálogo de prioridades de Ana Belmonte.
Por su parte, Juan Bellver recordó, en su calidad de historiador, los inicios del rotarismo melillense el 4 de octubre de 1934, con José Vicente Rodríguez, Interventor jefe de la Aduana Marroquí, como primer presidente, seguido por José María Burgos Nicolás, director del semanario “Nueva España” y funcionario local, como sucesor y, finalmente, Ruperto Prado Cirre, Procurador de los Tribunales y último presidente en 1.936, año en que el rotarismo cesó temporalmente a consecuencia de la Guerra Civil y las imposiciones del nuevo régimen franquista.
Los rotarios ya no refundarían el club hasta 1997, en que la empresaria melillense Margarita López Almendáriz asume la presidencia e inicia junto a otros 22 socios la nueva y actual andadura de Rotary Melilla.
En este contexto de remembranzas y apuestas por nuevos proyectos que, acordes con los principios rotarios, hagan posible un mundo más justo y pacífico, se procedió a la ceremonia de juramento de los nuevos miembros, Carolina Escudero y Segismundo Navarro, que junto a Sara Tapia, constituyen la savia nueva del Club.
Igualmente se procedió al nombramiento de la nueva Junta de Gobierno por parte de Ana Belmonte, que designó como secretaria a la joven arqueóloga Sara Tapia, a Amelia Fernández como macera, a Rafael Jiménez como tesorero, a Irene Flores como responsable de Comunicación e Imagen del Club, y a Salvador Saavedra como delegado local de la Fundación Rotaria. Al tiempo, anunció como sucesor para el año venidero a Carlos Lalchandani, y nombró a Papi Mahanan, a modo de reconocimiento por su apoyo, implicación y larga vinculación al Club, como director de la entidad, en lo que se interpretó como un merecido reconocimiento a su destacada trayectoria rotaria.
Merecido homenaje también el que se brindó al abogado Antonio González, por sus muchos años de cercanía al club, como esposo de la rotaria María José Varo. De hecho, está considerado prácticamente un rotario más y así se reflejó en la entrañable placa que se le entregó.
In Memoriam
Una gala en la que no se dejó de recordar a rotarios destacados a lo largo de la historia del club y que ya no se encuentran entre nosotros. Caso, por ejemplo, de Rafael Carroquino, conocido y apreciado odontólogo melillense que falleció en octubre de 2021, y que por su afabilidad, sapiencia, simpatía y compañerismo dejó una imborrable huella entre los rotarios, al igual que el conocido empresario y antiguo dueño del Cine Nacional, José Pérez, cuyo fallecimiento reciente ha sido motivo de sentida pérdida para sus compañeros de Melilla.
