El vídeo, hecho por mujeres, presenta a una heroína en lugar de una víctima.
El proyecto Marcaré Melilla, que están llevando a cabo entre el Centro de Iniciativas de Cooperación al Desarrollo de la UGR (Cicode) y el Instituto de las Culturas continúa desarrollando actividades creativas con los melillenses que residen en los distritos IV y V. Los coordinadores de la actividad, en colaboración con la ONG local Melilla Acoge, están impartiendo un curso de vídeo con mujeres de estos barrios, que está a punto de concluirse. Los responsables del proyecto están ya editando esta película en la que se cuenta la historia de una mujer maltratada, que toma conciencia de su situación y actúa para mejorarla. A través de las imágenes la mujer cuenta su historia, pero también alude a su deseo de rebelión y al momento en el que decide pedir ayuda a una asociación para afrontar su problema y comenzar una nueva vida lejos de esa realidad.
Así, el film se centra en la evolución del personaje, en su enfrentamiento a la situación y el valor que demuestra cuando decide buscar soluciones para salir de ella.
El vídeo, explican los promotores de la iniciativa, no quiere presentar a las mujeres maltratadas como víctimas sino como heroínas que son capaces de luchar contra una situación complicada. Así, el personaje protagonista es una mujer que encuentra una vía para salir del problema y que es la responsable de su propio cambio.
Además, durante el curso, las mujeres que han participado en el taller han debatido sobre la actitud de la víctima, su decisión de fortalecerse ante la adversidad en lugar de dejarse vencer. En las clases se abrió, por ejemplo, undebate sobre el resultado final de la película. Así, para algunas alumnas es importante mostrar que Amina (nombre de ficción de la protagonista) entró en la asociación gracias a la ayuda de otras personas, mientras que otras creían que debía ser ella la protagonista absoluta. Finalmente, los monitores optaron por la segunda alternativa, con la intención de que Amina no pierda protagonismo. También se debatió sobre el montaje de las escenas. El objetivo de estos diálogos entre las participantes en el curso era que las alumnas reflexionen sobre el resultado final de la obra.
Las alumnas han sido las encargadas de plantear, escribir y grabar el cortometraje, aunque son ellas mismas las que solicitan la participación y opinión del coordinador.
El montaje del vídeo y la elección de un título para el cortometraje serán los últimos pasos para finalizar este proyecto. Una de las ideas sobre el nombre que podría llevar la película partió de una de las alumnas, ‘Mujeres de hierro’.