Las seis las actuaciones tuvieron lugar en el puerto y el aeropuerto. Hay un total de siete detenidos, incluidos dos menores. La Guardia Civil de Melilla, en concreto agentes pertenecientes a la Sección Fiscal del Muelle, del Aeropuerto y del Servicio Cinológico en su función de Resguardo Fiscal del Estado, realizó en el transcurso de la última semana seis nuevas actuaciones contra el tráfico de drogas en la ciudad autónoma. Todas las intervenciones se llevaron a cabo durante las labores de registro de pasajeros y vehículos que embarcan en el puerto o el aeropuerto rumbo a la península.
Según informó la Benemérita en una nota de prensa, en tres de las actuaciones fueron los perros detectores de droga los que levantaron las sospechas del Grupo de Registro habilitado en el recinto aduanero. En las otras dos, la droga fue detectada por el vigilante de seguridad que manejaba el scanner.
La primera intervención tuvo lugar el pasado día 11 de agosto. Durante el embarque de vehículos en el buque de Almería, fue examinado un turismo marca Volkswagen, modelo Golf, de matrícula francesa, que transportaba en el interior del salpicadero la cantidad de 125 paquetes con polen de hachís, con un peso cercano a los veinte kilogramos. El conductor, único ocupante del vehículo, ciudadano marroquí de 53 años de edad, domiciliado en Francia y con iniciales B.A., fue detenido en el acto.
La segunda actuación tuvo lugar el 13 de agosto. Durante el embarque de vehículos en el buque de Málaga, fue examinado un turismo marca Peugeot de matrícula nacional, ocupado sólo por el conductor, y se encontraron dos cajas metálicas ocultas en el interior de las faldillas laterales, en las cuales había un total de 59 paquetes con droga del tipo polen de hachís que alcanzaron un peso superior a los 27 kilogramos. Fue detenido el conductor del vehículo, un ciudadano marroquí de 49 años, y con domicilio en la provincia de Barcelona.
La tercera actuación se produjo el 15 de agosto durante el embarque de pasajeros en el buque de Málaga, cuando el vigilante del scanner advirtió a la Guardia Civil que había detectado calzado sospechoso en el interior de dos maletas. Examinados los equipajes, se encontró en el interior varios zapatos con una pastilla en cada uno de ellos, conteniendo polen de hachís, que arrojaron un peso de 3.700 gramos.
Los propietarios de las maletas que contenían la droga eran dos menores de edad, vecinos de Melilla, que fueron detenidos y puestos a disposición del Fiscal de Menores.
Además, el pasado 16 de agosto, durante el embarque de pasajeros en el buque Zurbarán, con destino Almería se produjo otra localización a través del scanner. El vigilante de seguridad lo que manejaba detectó la existencia de objetos extraños en el interior de una mochila, donde se encontraron tres paquetes de jabón con ‘bellotas’ en su interior, que contenían resina de hachís. En el mismo equipaje se encontró la culata de un motor, que una vez abierta por el tapón lateral dejó ver otra cantidad de las mismas ‘bellotas’.
Aunque la cantidad de droga incautada “no fue demasiado importante”, en concreto 980 gramos de hachís, la Benemérita destacó el hecho por lo novedoso del sistema empleado, ya que es la primera que la droga se detecta en el interior de un motor que viaja en un equipaje de mano. El dueño de la mochila, un ciudadano marroquí de 32 años y con domicilio en Almería, fue detenido.
También el día 16 de agosto, durante el embarque de vehículos en el buque correo de Almería, fue examinado un turismo marca Opel de matrícula nacional, donde se encontró gran cantidad de paquetes ocultos en el salpicadero que contenían resina de hachís, con un peso aproximado de veintitrés kilogramos. El conductor y único ocupante del vehículo, el ciudadano marroquí de 39 años de edad y con domicilio en la provincia de Zaragoza, fue detenido en el acto.
En la única intervención que tuvo lugar en el aeropuerto, ocurrida el 14 de agosto durante el embarque del vuelo con destino a Málaga de las 19:10 horas, la Benemérita se incautó 1.800 gramos de hachís distribuido en paquetes que un pasajero transportaba adosados al cuerpo. El pasajero detenido era un joven español de 20 años de edad, vecino de Melilla.
Las siete personas detenidas han sido puestas a disposición judicial como supuestos autores de sendos delitos contra la salud pública, junto a la droga intervenida, que asciende a la cantidad de setenta y seis kilogramos, y los vehículos utilizados como medio de transporte y ocultación.