La concentración convocada ayer en Melilla por UGT y CCOO para protestar por los recortes que en materia educativa y sanitaria está llevando a cabo el partido en el Gobierno volvieron a carecer del apoyo que ambos sindicatos deseaban.
Entre 150 y 200 personas se sumaron a esta marcha desde la sede de los sindicatos hasta la Delegación del Gobierno. Sin duda alguna, un escaso número para todos los que, supuestamente, nos vamos a ver afectados por estas medidas, ya que al parecer, ni en Educación ni en Sanidad el recorte en la ciudad va a tener los tintes que en el resto de España.
Por ejemplo, el copago en el transporte sanitario no se va a llevar a cabo en la ciudad ni tampoco el aumento de alumnos por clase, que aquí no afectará de la misma manera porque ya lo tenemos desde hace tiempo.
En el resto de España la llamada de los sindicatos tampoco ha sido altamente respondida, quizá por el mal tiempo, quizá porque no somos conscientes de la que se nos avecina, según los sindicatos y la oposición al Gobierno.
Tal vez sea solo resignación o un querer entender y dar tiempo a que la cosa mejore. Todos somos conscientes de la mala situación de España, unos más que otros, y queremos confiar en que las medidas, aunque duras, puedan tener algún resultado positivo.
Hemos estado mucho tiempo parados o tal vez cegados y sin poder ver lo que teníamos en frente. Puede que este movimiento, aunque aparente ser malo, pueda suponer algún cambio. Confiemos en que sea para mejor.