El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha revelado unos datos que invitan a una profunda reflexión. Un informe, denominado ‘Proyección de población 2016-2031’, señala que dentro de 15 años la población de Melilla habrá aumentado un 13,5%, lo que se traducirá en que la ciudad estará habitada por 96.000 personas.
Eurostat, la oficina estadística europea ya había revelado que Melilla era la cuarta región de la UE con mayor densidad de población. Las expectativas de cara a 2031 indican que el crecimiento del número de habitantes de Melilla será el más acusado de todo el territorio español.
La razón que explica las previsiones de un incremento tan alto de la población es la alta tasa de natalidad existente en nuestra ciudad. Se espera que a lo largo de los próximos tres lustros el número de nacimientos sea considerablemente superior al de muertes.
Los datos del INE señalan que dentro de 15 años, el 28% de la población melillense será menor de 18 años, lo que en números se reflejaría en 26.265 habitantes menores de edad. Las estimaciones añaden que en 2031 nacerán en nuestra ciudad 1.771 niños, mientras se calcula que se producirán unos 542 fallecimientos.
Un aumento de población siempre es algo positivo. Sin embargo, en Melilla debemos pararnos a pensar en las circunstancias que nos afectan.
Uno de los principales problemas está en la alta ratio de alumnos en los centros educativos, lo que se considera un aspecto clave en la considerable tasa de abandono escolar existente en la ciudad. También hay quejas por la masificación de los centros sanitarios, por citar otro ejemplo de las consecuencias de un alto número de habitantes.
La población de Melilla está creciendo a un ritmo demasiado rápido. Ahora, el reto está en que las autoridades del Estado y la Ciudad sean capaces de atender al alto número de habitantes que se espera para dentro de 15 años.