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La plataforma No al TTIP Melilla se concentró ayer contra los acuerdos de libre comercio de la UE con EEUU y Canadá
La plaza Menéndez Pelayo acogió en la tarde de ayer una concentración en contra de dos tratados de comercio: el TTIP (Tratado Transatlántico de Comercio e Inversiones) entre la Unión Europea y EEUU y el CETA, su homólogo entre la UE y Canadá. La protesta dio comienzo a las 18:00 horas e incluyó la lectura de un manifiesto en el que los organizadores expusieron ante la sociedad melillense su “preocupación” con respecto a la rúbrica de los acuerdos, algo que, aseguraron, puede representar “un ataque decisivo contra los derechos y la soberanía real de los pueblos de Europa, en beneficio de las grandes empresas trasnacionales y sus intereses”.
La concentración estuvo organizada al alimón por las delegaciones locales de dos partidos políticos, Podemos y UPyD; tres sindicatos, UGT Melilla, CCOO y SATE-Stes; además de Guelaya Ecologistas en Acción y EAPN. Según los cálculos de la plataforma que conforman las citadas instituciones (denominada No al TTIP Melilla) más de un centenar de personas se fueron dando cita en la plaza a lo largo de la tarde de ayer.
Además de la lectura del manifiesta, se llevó a cabo una labor divulgativa en la que, a través de folletos o el propio verbo de los presentes, se explicó a la sociedad melillense en qué consisten exactamente los dos tratados de comercio que la Unión Europea va a firmar con Estados Unidos y Canadá y cuáles pueden ser sus efectos para los diferentes sectores económicos de la ciudad autónoma.
En este sentido, No al TTIP Melilla cree que los tratados “afectarán de manera significativa a la vida y condiciones del empleo de los trabajadores y que tendrán un gran impacto negativo en todos los sectores de la economía”.
Entre las críticas que la plataforma virtió hacia el TTIP y el CETA, destacan la protección de las grandes corporaciones en detrimento del cuidado de las pymes, la “amenaza” de los convenios europeos en materia de derechos laborales, el “daño” al medio ambiente y la salud pública, la supresión de barreras al libre comercio, la apertura de una “puerta al neoliberalismo económico más despiadado”, la eliminación de la Denominación de Origen o la mayor facilidad para la privatización de los servicios públicos fundamentales.
No al TTIP Melilla apuntó, en última instancia, hacia unas “políticas centradas en los intereses de una minoría que acapara la riqueza y el poder”, a las que acusó de generar un estado de “creciente desigualdad, pobreza y destrucción del medio ambiente”. Según la plataforma, las soluciones “han de estar basadas en los derechos humanos”.