Continúa el misterio en torno al barco atracado en el vecino puerto de Beni-Enzar, cuya presencia presencia en esa zona tan cercana a Melilla sigue siendo un secreto del que nadie, ni las autoridades marroquíes ni las españolas, quiere hablar. El buque “White Eagle”, según cuenta este jueves el diario La Razón, lleva una carga de 6.000 toneladas que recogió en Sierra Leona y que debía entregar en Líbano, según fuentes conocedoras del asunto que cita el periódico madrileño.
Aunque se desconoce oficialmente el contenido de dicha carga, el hecho de que se haya prohibido terminantemente fumar en los alrededores del buque, que se halla atracado en una zona de las que no se utilizan para carga y descarga, está levantando sospechas poco tranquilizadoras.
El hecho de que el buque apagara su localizador AIS el 13 de diciembre a la altura de Rabat hizo que se siguiera el tema con recelo. La Razón asegura que la teoría, que se había difundido en un principio, de que había sufrido una avería no se sostiene, ya que hubiera sido llevado a un puerto con astillero, como Tánger Med.
Fuentes oficiales marroquíes consultadas por el periódico de referencia, aseguran no saber nada del barco y no facilitan datos al respecto. Como tampoco se ha pronunciado España, pese a la cercanía del puerto de atraque con Melilla.
Si embargo, los medios con los que ha hablado La Razón apuntan a una intervención de la Royal Navy para interceptar el “White Eagle”. Rabat ya habría compartido con sus aliados la información que tiene al respecto. Tampoco se ha podido confirmar el hecho de que personas relacionadas con el barco y su armador tienen antecedentes en el mundo de tráfico de materiales ilegales no declarados.
En este caso, dado el puerto de salida y el de destino, se piensa más bien en armas y/o explosivos, sin que haya confirmación al respecto.
La alarma sobre la presencia del buque en el puerto de Nador la lanzó la Asociación del Gran Rif para los Derechos Humanos, liderada por el activista Said Chramti, que expresó su inquietud debido a la falta de comunicación oficial por parte de entidades como la Agencia Nacional de Puertos y la empresa Marsa Maroc.
Desde el primer momento, una férrea vigilancia fue montada entorno al buque, que, al no tener activado el sistema AIS de posicionamiento, no aparece en este puerto.