La salud mental se ha posicionado como uno de los grandes retos de la sociedad actual y, entre sus trastornos, la depresión preocupa especialmente. Por desgracia, se trata de un trastorno común que en España podrían llegar a padecer hasta tres millones de personas, según este trabajo de la Fundación de Ciencias del Medicamento y Productos Sanitarios (Fundamed).
La Organización Mundial de la Salud (OMS), por su parte, estima que hasta 280 millones de personas en todo el planeta la padecen. La depresión es un trastorno muy complejo, pero cada vez se revelan más pistas sobre sus causas y posibles soluciones. En este sentido, un nuevo estudio publicado en la revista Cell ha identificado hasta 300 factores de riesgo genéticos que se desconocían previamente para la depresión.
El estudio está firmado por un grupo internacional de investigadores y liderado por la Universidad de Edimburgo y el King’s College London y en él se ha empleado una población más amplia que en estudios anteriores.
En concreto, estos investigadores utilizaron datos anónimos de la genética de más de cinco millones de personas en 29 países, con un cuarto de población de ascendencia no europea. Las causas de la depresión responden a múltiples factores, desde los eventos adversos de la vida, la presencia de enfermedades físicas o el estrés pueden ser determinantes, pero también existe un componente genético. Pero también se han encontrado otras relaciones, hasta con el mal estado de la microbiota intestinal.
Centenares de factores
Que la depresión tiene una relación genética no es ninguna novedad, pero hasta ahora las investigaciones se habían centrado en la población blanca de los países ricos. De esta manera, los estudios anteriores habían ignorado una buena parte del genoma mundial. Al aumentar en esta ocasión la muestra, los autores han dado con centenares de nuevos factores de riesgo. En el estudio los autores recogen hasta 700 variaciones en el código genético de los individuos que estaban relacionadas con el desarrollo de la depresión.
De todos ellos, casi la mitad no se habían asociado nunca con la depresión. Estos cambios en el ADN, aunque pequeños, estaban relacionados con neuronas de múltiples regiones del cerebro, también aquellas que controlan las emociones. En total, fueron hasta 100 las diferencias genéticas que pudieron encontrarse gracias a haber contado con personas con ascendencias africanas, hispanas y del este y el sur de Asia en el estudio.
Según el estudio, cada uno de estos factores de riesgo supone por sí mismo un gran peligro en la persona, pero sí cuando estos se acumulan. Por eso, piensan que estos hallazgos van a permitir a los científicos predecir el riesgo de depresión de una manera más certera, independientemente de la etnia a la que pertenezca.
De esta manera, se pueden desarrollar opciones de tratamiento más diversas para estas personas y, en consecuencia, poder reducir inequidades sanitarias.
Problemas sociales
Pero, además, los investigadores de este estudio examinaron más de 1.600 fármacos para observar si tenían algún impacto en los genes que aumentaban el riesgo de depresión que se calculó que eran hasta 308. Además de antidepresivos, el estudio señaló tanto a Pregabalin, para el dolor crónico, como a Modafinil, para la narcolepsia, como efectivos en estos genes. Y, por tanto, se consideran como un tratamiento potencial para la depresión. De todas formas, esto debe ser comprobado en nuevos estudios.
El peligro de dejar los antidepresivos de golpe: la última advertencia de la Universidad de Harvard. "Existen grandes aspectos que se nos escapan en el entendimiento de la depresión clínica que limita las oportunidades de mejorar resultados para los afectados. Estudios más grandes y más representativos a nivel global son muy importantes para aportar descubrimientos necesarios para desarrollar nuevas y mejores terapias y prevenir este trastorno en aquellas personas que son más propensas", explica Andrew McIntosh, uno de los autores principales del estudio e investigador de la Universidad de Edimburgo.
A pesar de que esta investigación representa un gran avance, David Crepaz-Keay, jefe de investigación y aprendizaje aplicado en la Fundación de Salud Mental, ha explicado al diario británico The Guardian que los factores genéticos no deben ser nunca una guía para el tratamiento en depresión. "La prevención de la depresión se debe enfocar en señalar los grandes problemas de la sociedad que impactan en la salud mental, como la pobreza y el racismo".
También la portavoz del Royal College of Psychiatrists, Jana de Villiers, ha señalado al diario que en su asociación consideran los resultados del estudio un gran avance.
"Al mejorar nuestro entendimiento sobre los factores de riesgo genéticos y las causas de la enfermedad mental, podríamos ser capaces de desarrollar mejores métodos de tratamiento".