El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ha confirmado los 11 años de prisión que impuso la Audiencia Provincial de Málaga en Melilla el pasado mes de julio de 2023 a un individuo por un delito contra la libertad sexual. Este joven, de 26 años, no podrá tampoco acercarse a la víctima a menos de 300 metros en cualquier lugar donde se encuentre ni mantener contacto alguno por cualquier medio durate un período de 9 años. Iguamente, tendrá que indemnizar a la chica con 10.000 euros "por los daños morales" ocasionados.
El condenado se encontraba ya en prisión desde que fue detenido por la policía la noche del 4 de noviembre de 2022 y es ahora cuando el alto tribunal andaluz ha desestimado el recurso de apelación presentado por su defensa, al entender que se vulneró su derecho a la presunción de inocencia y no se tuvo en cuenta el principio de in dubio pro reo. Por ello, solicitaba la libre absolución del acusado y ya sentenciado en primera instancia.
Los magistrados del alto tribunal andaluz entienden que no hay argumentación que sustente la posición del joven autor de los hechos por cuanto que considera que el relato de la chica "no presenta contradicciones o desviaciones relevantes a lo largo de todo el proceso y de sus sucesivas declaraciones policiales o judiciales".
Es más, aseguran que "la defensa recurrente se limita a poner en cuestión la suficiencia de las pruebas de cargo, pero no realiza esfuerzo alguno en neutralizar las consideraciones que se contienen en la sentencia recurrida para atribuir a la testigo víctima la virtualidad probatoria que la Audiencia le asigna".
Los hechos ocurrieron en los primeros días de noviembre pasado cuando la joven se encontraba en el Parque Hernández acompañada de un amigo. Poco después se les unió un segundo hombre, que les propuso ir a un garaje en el que dormía, situado en un edificio abandonado, para beber cerveza. Allí acudieron ambos. Sin embargo, en un momento dado, el condenado pidió al otro joven que fuera a comprar hachís.
Cuando se encontró solo con la chica ocurrieron los hechos por los que fue sentenciado a 11 años de prisión. La mujer gritó y se opuso a tal punto que un grupo de menores intervino para tratar de auxiliar a la víctima, aunque sin éxito.
Sin embargo, poco después llegó una patrulla de la Policía Nacional, que había sido alertada por los vecinos, quienes aseguraban que una joven estaba teniendo problemas con un individuo, que resultó detenido. La chica, por su parte, fue trasladada a los servicios de urgencias para la correspondiente exploración.
El alto tribunal andaluz ha desestimado el recurso de apelación de la defensa y confirma en toda su extensión la sentencia y el fallo de la Audiencia Provincial de Málaga con sede en Melilla. Ahora, el condenado tiene la opción de presentar recurso de apelación ante la Sala Segunda del Tribunal Supremo.