Representantes de las diferentes comunidades culturales de Melilla -cristiana, musulmana, judía, hindú y gitana- han mostrado este miércoles el ejemplo de convivencia pacífica en el que se basa la sociedad de la ciudad autónoma en unas jornadas organizadas por la Universidad de Granada (UGR) en el Campus de Melilla.
El vicerrector para los Campus de Ceuta y Melilla, Planificación Estratégica y Comunicación, Salvador del Barrio, ha explicado que el objetivo de esta mesa, que ha moderado él mismo, era mostrar “cómo las distintas culturas y religiones conviven de manera pacífica y en respeto” y “cómo eso se puede proyectar a la península, al resto de España, al mundo”.
Según Del Barrio, la UGR considera necesario poner en valor esa realidad “en un mundo como el actual, con la cantidad de conflictos que existen, muchos de ellos generados por problemas de cultura, de falta de entendimiento, de odio, por razones de religión”.
Ese era el objetivo de esta mesa redonda, una de las cuatro que han compuesto la ‘I Jornada sobre gestión de la convivencia intercultural en el espacio de la inclusión y el compromiso social’, que ha abordado la resolución de conflictos y convivencia entre culturas, y que ha estado dirigida a estudiantes y profesores del Campus de Melilla.
En ella han intervenido durante dos horas el vicario episcopal de la ciudad, Eduardo Resa; el vicepresidente de la Comisión Islámica, Abdeselam Hassan; el presidente de la asociación Mem Guímel, Mordejay Guahnich; el presidente de la comunidad hindú, Ramesh Ramchand; y el asesor del Instituto de la Cultura Gitana, José Heredia.
Ausencia de conflictos
Los cinco han coincidido en destacar la ausencia de conflictos religiosos en Melilla y el valor de la convivencia y el respeto entre las distintas comunidades culturales, a diferencia de lo que sucede en otros lugares gracias a un legado de las generaciones anteriores que es necesario que perdure en las venideras para que esa diversidad se siga viendo como una riqueza y no como una fuente de conflicto.
“En Melilla hay un conflicto político, no intercultural. Esa es mi visión”, ha afirmado Abdeselam Hassam tras apuntar que se suele “teñir de algo religioso” cuestiones que no lo son, lo que hace necesario “trabajar siempre para quitarle ese teñido” y que ha sido durante años aprovechado por determinadas asociaciones que han querido “llevar a su terreno” esos debates.
“Debe haber talante, saber estar, saber decir. Que cada uno defienda la postura de todos y no su trozo de tarta”, ha aseverado.
José Heredia, por su parte, ha destacado la presencia de casi un millar de gitanos en Melilla, que nunca se han sentido diferentes en la ciudad “por el hecho de ser gitanos”, algo que él mismo pudo comprobar durante un trabajo de investigación que realizó hace años, lo que es “una realidad que no ocurre en muchos sitios de la península”.
Mordejay Guahnich, de la comunidad judía, ha dejado claro que “Melilla es una sociedad ejemplo a nivel nacional y mundial” y “lo que en otros sitios es imposible, aquí es lo cotidiano”, al tiempo que ha asegurado que “los conflictos no son religiosos, sino de poder” y ha instado a los melillenses a alejarse de “quienes quieren manipular, destruir la convivencia”.
Además, ha dejado claro que “en el conocimiento está el respeto hacia los demás”, por lo que ha recalcado la necesidad de incidir en ello en los centros educativos; la importancia de iniciativas como esta jornada en la UGR y su máster sobre interculturalidad, y otras que desarrollan las diferentes comunidades o la propia Ciudad Autónoma, con la Ruta de los Templos, que muestra en un radio de 500 metros las principales iglesia, mezquita, sinagoga y templo hindú de Melilla.
Los jóvenes, herederos de ese legado
El vicario episcopal también ha puesto de relieve cómo los jóvenes “tienen mucho que decir” para que Melilla siga siendo un lugar de convivencia de culturas y religiones como hasta ahora y ha comentado cómo hace poco se quedó “impactado” tras ver cómo lo defendieron dos personas musulmanas al ser testigos de cómo “un grupo de chavales” se metieron con él en la calle, junto a la iglesia.
“Eso es lo que nos caracteriza y no lo podemos olvidar”, ha dicho el vicario, instando a seguir por el mismo camino que hasta ahora en el que ha puesto como ejemplo cómo cerca de una treintena de mujeres musulmanas han acudido “con toda la naturalidad y cariño del mundo” este miércoles a la misa funeral de un hombre conocido en Melilla; o cómo en la ciudad se ayuda “independientemente de su credo”.
Ramesh Ramchand, de la comunidad hindú, también ha puesto su propio ejemplo personal al afirmar que reza un Padrenuestro y un Ave María tras meditar y que su padre rezaba “a su manera”, antes de entrar a trabajar, mirando a la iglesia y pidiendo por todo el mundo.
“La convivencia es sencilla de llevar, simplemente haz lo que tu corazón te dicte y que siempre sea bueno para todos”, ha reflexionado Ramchand, que forma parte de la Mesa Interconfesional de Melilla, que organiza charlas en la península para mostrar a la ciudad como “ejemplo de convivencia al mundo entero” que los jóvenes, “los herederos”, deben mantener.
Esta mesa redonda, que ha finalizado con un minuto de silencio “por la paz en el mundo”, podría celebrarse más adelante en Ceuta y en Granada, según ha avanzado el vicerrector Salvador del Barrio, que también ha confirmado la intención de editar un libro como resumen de esta jornada como muestra del interés que la UGR tiene hacia la interculturalidad.