Más de 150 alumnos del Colegio de Educación Infantil y Primaria (CEIP) 'Juan Caro' han participado esta viernes en su tradicional pasacalles de Carnaval. Una actividad que el centro escolar lleva a cabo todos los años con una temática distinta y que en esta ocasión ha estado enfocada en el mundo marino.
Decenas de niños disfrazados de peces, tritones, sirenas, medusas o cangrejos, entre muchos otros animales de este medio, han desfilado esta mañana por el interior del Parque Hernández junto a sus profesores. Estos últimos transformados en buzos profesionales a los que no les faltaba ningún detalle.
'Fantasía bajo el mar' ha sido la temática elegida por el profesorado del colegio 'Juan Caro' para sus actividades de Carnaval de este año. Con ello se busca concienciar sobre la problemática de la contaminación de los océanos y la importancia de su cuidado. Una cuestión que pilla muy de cerca a este centro educativo, ya que según ha explicado el director de este colegio público, Sergio Balbuena, este cuenta con un programa de concienciación medioambiental dentro de su aula de naturaleza.
"Es un tema que nos debe preocupar a toda la sociedad y por eso veréis que los alumnos también llevan pancartas", comentó. Distintos carteles que portaban los alumnos y en los que se podían leer frases reivindicativas como "Cuídame o me moriré" o "Ni Tritón aguanta la polución".
Los disfraces han sido confeccionados por el profesorado del CEIP 'Juan Caro' dentro de las aulas. Por este motivo, su director, ha querido felicitar públicamente a todo el equipo docente por "la entrega absoluta" que han tenido en este sentido.
El pasacalles ha finalizado junto a la entrada principal de este espacio verde en el que los pequeños han festejado el momento cantando diversas canciones.
A pesar de que el tiempo ha respetado el transcurso del pasacalles, la lluvia también ha hecho acto de presencia al final del mismo aunque apenas se dejó notar y la actividad se pudo celebrar.
Que cunda y siga el ejemplo por toda la población, ya que no existe nada mejor que una sonrisa, de la que a veces tanto estamos necesitados.