La unidad de Ciberdelincuencia y de Científica de la Policía Nacional está tratando de recuperar archivos eliminados de los dispositivos electrónicos del padre Fran, el cura detenido por agredir sexualmente de varias mujeres a las que sedaba y grababa, según publica el Diario Sur.
El cura de 34 años y natural de Vélez-Málaga fue detenido el pasado 11 de septiembre después de que su expareja lo denunciara al descubrir en su ordenador las imágenes de las presuntas agresiones sexuales cometidas. Este mismo día el juzgado autorizó el registro del domicilio en el que residía en la localidad malagueña, propiedad de su madre. Tal y como añade Sur, los investigadores de la Unidad de Familia y Atención a la Mujer (UFAM) intervinieron en el registro un ordenador, varios teléfonos móviles, discos duros y pen drives.
Los agentes de Ciberdelincuencia realizaron el volcado de la información de los dispositivos y extrajeron el material que este cura habría eliminado, por lo que no descartan que el padre Fran hubiera intentado deshacerse de pruebas. Los investigadores siguen la hipótesis de que el sacerdote supiera que estaba siendo investigado y hubiera intentado deshacerse del material comprometedor.
Fue en enero de este año cuando la exnovia del sacerdote comunicó a la parroquia de Santa María Micaela que había encontrado pruebas que demostraban que el padre Fran podía haber cometido hechos delictivos. Fechas que coinciden con el traslado del sacerdote de Melilla a Málaga. A pesar de que desde la parroquia animaron a la mujer a denunciar al cura ante la Policía Nacional, esta no lo hizo hasta agosto debido a que no quería manchar el nombre de la iglesia y a que se encontraba enamorada de él.
Durante esos siete meses, el sacerdote pudo deshacerse de pruebas por lo que los investigadores resaltan la dificultad de poder encontrar nueva información sobre los presuntos delitos cometidos por el sacerdote. La buena noticia es que este no llegó a formatear los dispositivos por lo que aún hay esperanza de recuperar algún archivo que pudiera haber borrado.
Modus Operandi
El padre Fran, tal y como lo han descrito sus vecinos y conocidos en Melilla, era una persona a la que le gustaba mucho la fiesta y que siempre estaba acompañado. Una visión totalmente diferente a la que tienen los vecinos de El Burgo (Málaga), donde fue trasladado después de que fuera apartado de su labor en Melilla. Según recoge el diario El Español, las personas que lo han conocido en este pueblo malagueño estaban contentos con su labor como párroco. Tal vez porque la figura del anterior sacerdote de la localidad no gustaba demasiado. Añade este diario que su antecesor, el padre Manuel, no hacía nada más "que beber y mandar a callar a la gente fuera de la iglesia cuando no había misa". Incluso, llegó a saltarse una misa de difuntos. Así que la percepción hacia el padre Fran era buena en el pueblo. Nadie allí podría haber imaginado que pudiera haber cometido delitos de este calibre.
También añade El Español que el cura detenido había vivido en Ardales (Málaga), pueblo en el que también estaba al frente de la parroquia antes de haber sido designado capellán de la cárcel y párroco de la iglesia de Santa María Micaela. En Ardales encontró su grupo de amigos con los que solía salir a cenar los fines de semana, jugar a juegos de mesa o con los que viajaba. A pesar de que la mayoría de vecinos de esta localidad tampoco tenían ninguna sospecha hacia él, otros destacan su alto tren de vida y el derroche de dinero del que presumía o la relación con chicas del pueblo.
En una entrevista ofrecida a la Diócesis de Málaga en el año 2019, que fue eliminada rápidamente tras conocerse los hechos, Francisco Javier C.V., defendía que no se podía "ser sacerdote de forma aislada" a la par que criticaba los escándalos de pederastia en la iglesia.
Transcripción del que se inscribió, en el comentario correspondiente al artículo del Faro de Melilla, titulado: La Encuesta| ¿Qué opina sobre el cura presunto autor de agresiones sexuales? De fecha 28/09/2023
Comentario *
No se debe ser sádico con la noticia. Que la justicia y la Autoridad Eclesiástica, tomen las medidas a considerar, según la falta, y las leyes que la regulan, pero sin abocar a la gente, a que haga leña del árbol caído ó ensañarse con la desgracia ajena.
Tal vez, pudiera ser conveniente, qué por parte de la Iglesia, se considerase la opinión de que se reflexionarse sobre el celibato, de sus pastores, (que hoy en día parece “Antinatura”, esta situación) y qué en otras muchas Iglesias cristianas, lo tienen abolido. En fin Dios me libre de tener que discernir sobre estas cuestiones.
En cuanto a un artículo que polula en la prensa local con el título de “Inflación de periodistas en Melilla atraídos por el caso del cura acusado de abusar de mujeres a las que sedaba”, me permito ofrecerles el el presente comentario, con el ruego de que tengan a bien informarnos de las depravaciones de los gobernantes y separatistas, así como de la distribución del dinero del arca, de todos los españoles, etc., etc.,.