La viceconsejera de Línea Verde, Yonaida Sel lam, y el consejero de Medio Ambiente, Hassan Mohatar, han anunciado este miércoles en rueda de prensa la licitación de charlas de sensibilización ambiental, que pretenden concienciar sobre la importancia de la reducción del consumo de agua y su reutilización. Sel lam ha destacado que el agua potable es un bien escaso.
La empresa adjudicataria del proyecto ha sido Heritage Cultural. Su directora, Manal Mohameh, prevé que se realicen 10 charlas gratuitas durante los meses de noviembre y diciembre en entidades de ámbito social y cultural. Serán eminentemente participativas y estarán impartidas, dijo la directora, por personal cualificado. En este caso por un ambientólogo y tendrán una duración estimada de 40 minutos.
En estas ponencias se van a repartir dos productos que ayudan a reducir el consumo de agua en los hogares. En primer lugar airedores, que son mecanismos para poner en los grifos y que el agua salga a mayor presión y menor cantidad, y unas regaderas, que se cuelgan en la ducha y almacena el agua que normalmente se malgasta hasta que sale el agua caliente. Ese agua se puede reutilizar luego para otras labores como regar o fregar.
Las charlas se impartirán en horario de mañana o de tarde y el aforo estará limitado según la entidad o asociación en la que se celebre. El coste total de la licitación ha sido de 10.000 euros, tal y como ha explicado la viceconsejera de Línea Verde.
Consumo de agua en Melilla
Por su parte, Hassan Mohatar ha recalcado la importancia de estas charlas, a las que califica de "fundamentales". El consejero de Medio Ambiente ha recordado que el consumo medio de agua en los hogares de Melilla es de los más altos del país. En concreto, en la ciudad se utilizan de media unos 38.000 metros cúbicos de agua diarios.
Recordó el consejero que la desaladora aporta unos 20.000 metros cúbicos y que el resto procede de pozos. "A la hora de consumir tenemos que tener ciertos parámetros de responsabilidad", dijo.
Mohatar aclaró que no serán las primeras ni las últimas charlas enfocadas en el ahorro de agua y descarta subir el precio del agua. "Hay que potenciar más esas campañas de concienciación".
Por otro lado, el consejero de Medio Ambiente hizo especial hincapié en que "desde la consejería se está trabajando en que ese cuarto módulo de la desaladora sea una realidad lo antes posible" para evitar, dijo, los problemas de cortes de agua.
Tanto el cuarto módulo, como las obras aparejadas a la desaladora, subrayó, están siendo realizadas por la Confederación Hidrográfica. Entre ellas, la instalación de la segunda línea eléctrica, que está a punto de adjudicarte a la empresa Tragsa, y que se prevé que las obras comiencen en las próximas semanas.
A la par, afirmó que se está analizando la posibilidad de abrir tres nuevos pozos para la ciudad y de adquirir una desalinizadora portátil. Este aparato, aclaró, se utilizaría "en casos extremos" y permitiría tener agua mientras se repara cualquier avería que pueda tener la desaladora.
Asimismo, otra infraestructura de especial importancia para Melilla, señaló, sería intentar que el Pantano de las Adelfas tenga capacidad de recogimiento de agua, que ahora mismo está a un 15% de su nivel.
Haber si nos enteramos de la realidad del agua en Melilla. Sr Mohatar, usted sabe o al menos debería saber, que gran parte del agua que se produce y almacena para el consumo de nuestra ciudad, se desperdicia por las pérdidas de la red que la distribuye. Perdidas que según estudios realizados hace algún tiempo, llegaban hasta un 40%, antes de llegar a los puntos de consumo. Dicho esto, me parece muy bien que se conciencie al consumidor de la importancia de ahorrar en base a que es un bien escaso y carísimo de producir. Pero lo que no se puede hacer, es mirar para otro lado y dejar al margen la responsabilidad que tienen ustedes, ya que son los gestores encargados de evitar el desperdicio de ese bien escaso que pagamos todos, aun cuando no llegue a nuestros hogares Y digo que pagamos todos, ya que aunque no paguemos el agua que se pierde por el camino, si pagamos su producción y el sueldo de los que tienen que gestionarla.