El catedrático de Didáctica y Organización Escolar de la Universidad de Málaga, Miguel Ángel Santos afirma además que los alumnos “carecen hoy de voluntad de estudiar”.
“Los docentes deben ser conscientes de que su forma de impartir clases puede y debe mejorar constantemente”, comentó el catedrático de Didáctica y Organización Escolar de la Universidad de Málaga, Miguel Ángel Santos Guerra, en la jornada de ayer en el Campus universitario de la ciudad.
Esta afirmación la refrendó el catedrático haciendo alusión a los indicadores de fracaso escolar que se registran en la actualidad, que en la Educación Secundaria supera el 30 por ciento.
El motivo de la visita de este docente de la Universidad de Málaga se debe a la impartición de una conferencia acerca de la implantación del nuevo Grado del Espacio Europeo de Educación Superior y del papel del alumnado en el proceso de enseñanza-aprendizaje.
De esta forma, con respecto a algunos aspectos relacionados con el trabajo de los profesionales de la Educación , Santos dijo que éstos deberán atenerse a tres criterios fundamentales, entre los que se encuentran algunos como la autoevaluación, es importante “hacerse preguntas, qué es lo que se puede mejorar y cómo hacerlo”, además de analizar las condiciones que permitan mejorar para que el profesorado crea las condiciones necesarias para que el alumnado pueda desempeñar su función dentro de este proceso.
El cambio, prosiguió Santos, deberá hacerse de forma colegiada, colectivamente, puesto que “no se llevarán a cabo ninguna de las modificaciones y mejoras de forma individual, ya que no sirve de nada”.
No obstante, Santos no dejó exclusivamente la obligación de educar a los profesionales de la enseñanza, sino que incidió en que la sociedad, integrada tanto por los padres como por los demás agentes que influyen en ésta, deberá ayudar a que se logren los objetivos marcados.
Función alumnado
En este sentido y concretando la función que el alumnado deberá asumir en el proceso de enseñanza-aprendizaje, Santos dijo que éste deberá comprometerse con la adquisición de los conocimientos de las áreas pertenecientes a un plan de estudios, además de “poner voluntad en aprender, una concepto que ha desaparecido en la actualidad,creo que incluso de los libros de Psicología”, teniendo en cuenta que “no todas las cosas son fácilmente alcanzables y que algunas requieren cierto esfuerzo”.
Otra de las cuestiones remarcadas por el catedrático fue el que los alumnos fuesen conscientes de la dimensión de la oportunidad de adquirir conocimientos de determinadas asignaturas, porque hay lugares en el mundo en el que los escolares “arriesgan su vida para asistir a un colegio, como es el caso de algunos países sudamericanos”.
Santos finalizó que había que cambiar los objetivos de la Didáctica que, generalmente se centraba en el profesorado, sobre todo en el momento de hablar de “la Calidad de la Enseñanza”, y yo creo que “no hay calidad en esta profesión si no existen alumnos con calidad, pupilos que tienen la intención de aprender”, que ponen todo de su parte para lograr sus objetivos.
La pretensión es formar a buenos maestros y maestras para los alumnos de las próximas generaciones.