La Consejería de Medio Ambiente iniciará una nueva campaña de concienciación sobre el cuidado del medio ambiente que durará dos días: el fin de semana del 13 y el 14 de agosto.
La viceconsejera del área, Yonaida Sel-lam, ha explicado en una rueda de prensa que la campaña se llevará a cabo en las playas de los Galápagos, los Cárabos, el Hipódromo y la Hípica.
Se colocará una colilla "de grandes dimensiones" en los accesos de las playas y en dicho punto habrá información sobre los efectos negativos que tienen en el medio ambiente de este tipo de desechos. "Cada colilla que se deposita en la arena o en la orilla puede contaminar hasta 50 litros de agua, además, la composición química de los cigarrillos hace que tarden hasta 10 años en degradarse, lo que provoca daños tanto en los fondos marinos como las especies que los habitan", ha recalcado.
Además, se repartirán ceniceros entre las personas que estén en las playas. La actividad la llevará a cabo Thaler y está incluida en el contrato que tiene con la Ciudad Autónoma.
Sel-lam ha señalado que esta campaña se enmarca dentro de las acciones de sensibilización de la Consejería y la idea es que la ciudadanía reflexione sobre qué tipo de playa quieren tener en Melilla y si desean encontrarse con colillas o no cuando van a ella.
Ha insistido en que es importante recalcar la necesidad de que los ciudadanos se impliquen en mantener limpias las playas. Acerca de poner más multas, la viceconsejera ha defendido que no pueden tener "un vigilante detrás de cada ciudadano"
Marquesinas de autobús
La viceconsejera ha dicho que costará 350.000 euros cambiar 32 marquesinas, 250.000 euros los pondrá la Consejería de Distritos, debido a los presupuestos participativos, y 100.000 euros los pondrá la Consejería de Medio Ambiente.
Las obras que llevarán a cabo, ha dicho Sel-lam, será para mejorar la accesibilidad a las paradas de autobuses.
Se comenzarán a poner en septiembre y en las paradas de más afluencia, como son las de la frontera o la que hay junto a la Jefatura Superior de Policía.
Lo que se tiene que hacer es prohibir el fumar en la playas, tal como ocurre desde hace años en las bonitas playas de Galicia y desde hace poco en las de Barcelona.
El hecho de repartir ceniceros no va a resolver el problema de los fumadores pasivos, no hay nada peor que ir a la playa y tener que tragarse el humo del fumador que pone su toalla al lado.