Con un 28,85%, Melilla registró en 2020 el segundo mayor porcentaje de partos realizados mediante cesárea en el Sistema Nacional de Salud (SNS), y una cifra que casi duplica el 15% que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS). De acuerdo con las cifras del Instituto Nacional de Estadística (INE) se hicieron entonces 287 cesáreas.
Así, según ha señalado el Círculo de la Sanidad a partir de datos ofrecidos por el Ministerio de Sanidad y el análisis del Observatorio de la Salud, solo la comunidad de Extremadura (31,07%) presentó peores indicadores que la ciudad autónoma, a quien le siguió Castilla-La Mancha, con un un 25,07%.
En el mismo sentido, desde la asociación sin ánimo de lucro formada por 20 directivos de las principales empresas proveedoras de bienes y de servicios del SNS han llamado la atención precisamente sobre la variabilidad en la práctica de cesáreas en el SNS de una autonomía a otra, que se movió del 13,92% del País Vasco al referido caso de Extremadura.
De acuerdo con lo que destaca el Círculo de la Sanidad, entre las mejores tasas estarían también las de Navarra, con un 14,63%, y de Canarias, con un 16,73%.
A lo anterior se suma que, si bien la media de intervenciones por cesárea realizadas en el SNS fue de un 21,81%, esta cifra empeora si se atiende a la media total de partos realizados mediante cesárea en España en 2020, que se ubicó en un 24,23%.
Asimismo, los analistas han tomado como referencia la tasa de cesáreas después de sumar las que se llevan a cabo en el sector privado, lo que arroja datos ligeramente por encima de los que se registran en el SNS en todas las autonomías, excepto en Melilla, donde la tasa se mantiene en el mismo nivel.
En concreto, entre las comunidades con mayor distancia estarían Canarias, Baleares, Andalucía o Madrid, todas con una diferencia de entre tres y cuatro puntos. "Esta diferencia entre los datos globales y los que se desprenden únicamente del SNS puede interpretarse como una de las consecuencias del cumplimiento de las expectativas de las pacientes en el sector privado", ha explicado el experto en consultoría estratégica de salud, Luis Rosado, encargado del análisis de los datos del citado observatorio.
Dicho de otra manera desde el Círculo de la Sanidad, que busca crear espacios de colaboración entre todos los agentes que operan en el sistema sanitario para generar conocimiento que permita avanzar en la mejora del sector en el país, las diferencias de los indicadores sanitarios entre las distintas regiones y los distintos servicios de salud, evidencian la desigualdad de los resultados asistenciales entre áreas geográficas, así como causas.
Lo que provoca la desigualdad
En palabras de Rosado, una de las posibles causas de esta variabilidad "estaría en la diferencia de prácticas clínicas entre las regiones, donde, por ejemplo, utilizan técnicas como la histerectomía laparoscópica; o la accesibilidad, relativa a la demora tanto en consultas de ginecología como en cirugía".
Por ende, el especialista ha asegurado que existe "mejor correlación entre el indicador de pertenencia, lo que puede expresar que las zonas con mejor tasa de cesárea poseen una utilización más avanzada de los recursos", si se asume que la práctica de la cirugía laparoscópica ofrece mayor calidad.
A tenor con lo que han avanzado desde el Círculo de la Sanidad, durante los próximos meses, también a través del Observatorio de la Salud, analizará, estudiarán otros indicadores del SNS, como la calidad, el gasto, la morbilidad, o la mortalidad, para hacer una radiografía del sistema y conocer cómo se han comportado en materia sanitaria durante los últimos años, especialmente de pandemia, las comunidades autónomas.
Por otro lado, es importante no perder de vista que, aunque Melilla se haya ubicado en 2021 como la autonomía con la mayor media de hijos por mujer, con 1,68, ha visto reducido el número de nacimientos desde 2015, cuando se contabilizaron 1.510, la cifra más alta desde el 2000.
No por gusto el año pasado se registraron en la ciudad autónoma en total 930 nacimientos, 410 menos que en 2018 (1.340), de acuerdo con las últimas cifras publicadas por el INE. Así, en 2016 fueron 1.456 los nacimientos; en 2017, 1.342; en 2018, 1.340; en 2019, justo antes de la pandemia, 1.236; y 962 en 2020.
Por ende, podemos concluir que desde el inicio de la crisis sanitaria han caído en más de 300 los nacimientos (306), lo que supone una bajada de casi un 25%.
Además, entre el 2000 y el 2014, la mayor cifra de nacimientos en Melilla se tuvo en 2010, con 1.359; y la más baja, en 2005, con 1.012. Por tanto, también se puede entender que con la llegada de la pandemia bajaron por primer vez de un millar los nacimientos en la ciudad autónoma en lo que va de siglo.