Se mueve con turbinas, que son más silenciosas que los motores. Ya no existe un timón como el que conocemos al uso. Puede transportar drones y helicópteros. Tiene un lanzamisiles. Alcanza alrededor de 30 nudos de velocidad punta. O su dotación puede rondar las 220 personas.
Estas son solo solo algunas de las muchas informaciones y curiosidades que pudieron conocer quienes el pasado sábado realizaron una visita guiada a la fragata Victoria, atracada en el puerto de nuestra ciudad.
Tanto durante la mañana como durante la tarde, decenas de melillenses, sobre todo familias con niños, llegaron al buque desde el puerto en unos autobuses lanzadera de la COA.
Ya en el interior del navío, y después de pasar por un detector de metales y de haber proporcionado su nombre y su número de DNI, se les reunió en la cubierta de vuelo, que es precisamente donde los helicópteros aterrizan y despegan.
También vieron allí dos hangares, donde se pueden transportar por ejemplo un dron y un helicóptero. Además, varios guardiamarinas que les acompañaron en todo momento les mostraron la cubierta superior y el puente de mando, para lo que hubo que subir y bajar con mucho cuidado por estrechas escaleras, y respondieron a todas las dudas y comentarios que se les plantearon, sobre todo, los de los más pequeños. Por ejemplo, cómo se dispara un misil, qué se hace para repostar en alta mar o lo dura que estaba un ancla.
En la fragata Victoria viajan y conviven ahora mismo 190 personas, entre los que hay 24 alumnos y alumnas de la Escuela Naval Militar (guardiamarinas): 20 de cuarto curso y otros 4 de quinto. De ellos, 9 son mujeres y 15 hombres: damas y caballeros, que se diría en la terminología propiamente militar y naval. Esta es la cuarta vez que la fragata viene a Melilla. La última vez que atracó en nuestra ciudad fue en el año 2018.
Hasta 2030
La fragata Victoria F-82 fue construida en los años 80 aunque los equipos que hay en su interior son nuevos. Se diseñó en Estados Unidos pero se hizo en astilleros españoles. Se calcula que tendrá una vida útil aproximadamente hasta 2030, cuando será sustituida por otra fragata de la clase F-110, más moderna y que ya se está diseñando.
El navío que atracó en Melilla es la segunda fragata de la clase Santa María (hay seis en total) y está encuadrada orgánicamente en la 41ª Escuadrilla de escoltas.