Rachid Bussian, consejero de Infraestructuras, Urbanismo y Deporte, ha explicado en una rueda de prensa que la empresa Tragsa va a retomar las obras de la piscina municipal de Melilla después de que las medidas cautelares de un juzgado las paralizasen.
En una rueda de prensa ha explicado que, durante este tiempo, ha estado intentando corregir "unas deficiencias", como la pérdida de miles de litros de agua o la sustitución de los podiums. El consejero ha señalado que, aunque haya numerosas personas deseosas de reabrir la piscina, no quieren "volver a cometer el mismo error" y abrirla antes de que esté al 100% lista. "Yo creo que tenemos que ser consecuentes y responsables".
Ha dicho que en un principio, las autoridades judiciales no conocían la gravedad del asunto y es por ello que desde los servicios jurídicos de la Ciudad Autónoma junto con él propio consejero acudieron personalmente a instancias judiciales para que las medidas cautelares fueran levantadas "porque no entendíamos que, durante cuatro o cinco meses no se pronunciaran las autoridades judiciales".
Ha insistido en que desde el mes de noviembre del 2021 hasta el mes de marzo de 2022 no pudieron trabajar en la piscina por dicho mandato judicial. "No compartíamos esa decisión, pero teníamos que respetarla porque lo estableció un juez". Ahora, ha dicho, están trabajando para que los melillenses puedan disfrutar cuanto antes de la piscina municipal.
Ahora, Bussian prefiere no aventurarse a dar una fecha sobre cuando estará abierta la piscina y lamenta que en estos cinco meses se podría haber avanzado en los arreglos y se habría sustituido las tuberías actuales.
Se adjudicó la obra por 500.000 euros, pero ha matizado que lo que no se ejecute no se podrá cobrar. Bussian ha apuntado que han establecido una partida presupuestaria holgada "disponga de crédito para llevar a cabo las reparaciones".