Como consecuencia de la guerra en Ucrania, durante el último mes el aumento de los precios ha llegado a ser de un 9,8% con respecto al 2021, la cifra más alta desde 1985, de acuerdo con los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística. Sin embargo, el comparador Acierto.com afirma que hay un modo de ahorrar.
Si bien el conflicto armado no ha hecho más que empeorar las afectaciones que han tenido los bolsillos de los consumidores desde el inicio de la pandemia, esta plataforma explica de qué manera se pueden reducir los gastos en más de un 50% en un momento en el que el Gobierno ha tenido que pactar ayudas a los combustibles y al alquiler por el encarecimiento.
En torno a la cesta de la compra, los expertos recuerdan que la crisis de 2008 llevó a muchas familias a comer alimentos más baratos, altos en calorías y menos nutritivos, pero en la práctica "es posible reducir los gastos alimentarios de otra manera sin poner en riesgo la salud".
En ese sentido, se aconseja emplear el aceite de girasol y elaborar alimentos optando por "la cocina de aprovechamiento" y comiendo "menos proteínas de origen animal".
Por otro lado, es importante planificar las compras, o sea, analizar la oferta de los diferentes supermercados y "solo disfrutar de las que afectan a alimentos que realmente necesitamos".
Asimismo, es recomendable aprovechar las tarjetas y los planes de fidelización, ir al supermercado sin hambre, optar por productos de temporada, elegir marcas blancas, fijarse en el precio por kilos o usar apps de chollos o de ahorro específicas, con lo que, a tenor con Acierto.com, dejaremos de gastar unos 2.000 euros anuales.
También puede ayudar comparar. Los especialistas aseguran que mediante los seguros -que a veces son obligatorios-, es posible ahorrar hasta un 50%. Por suerte, hasta el 93% de los encuestados por la entidad, ha confesado que compara precios online antes de comprar.
En cuanto a los consumos energéticos, se estima que el 30% de la factura energética de los hogares tiene que ver con pérdidas. O lo que es lo mismo: que es posible optimizarla aislando correctamente la vivienda, a través de la instalación de las ventanas adecuadas, persianas, cortinas o estores.
Mientras, los electrodomésticos, junto con la calefacción, suponen el mayor gasto de la factura de la luz de los españoles, por lo que se recomienda utilizar aquellos que consuman menos y hacerlo bien.
En concreto, se insta a lavar la ropa a 40 grados en lugar de a 60, ajustar la temperatura del frigorífico o instalar aireadores de grifos y duchas, porque reduce el consumo a la mitad. En resumen, hacer un uso responsable de la energía puede ahorrarnos hasta 1.000 euros al año.
Además, se advierte de que es importante aprovechar los recursos de la propia casa, como puede ser obtener el máximo rendimiento de la luz natural si nuestra vivienda es luminosa.
En tanto, contratar un seguro de hogar que cubra los electrodomésticos en caso de avería por un fallo eléctrico es otra forma de ahorrar a la larga.
Para ahorrar se llama igualmente a hacer un uso racional de los vehículos, cuyo uso individual se disparó después del parón de la pandemia.
Un panorama poco alentador
Si bien Acierto.com defiende el uso del sentido común, deja claro que la educación financiera sigue siendo una asignatura pendiente en España.
En cualquier caso, sus expertos subrayan que habrá que atender de cerca cómo evoluciona la situación, después de que la inflación interanual que se dio a conocer este miércoles superara en 2,2 puntos porcentuales a la de febrero último -cuando el IPC se había situado en el 7,6%-, por las subidas de componentes como combustibles, alimentos o bebidas no alcohólicas.
En cuanto a la alimentación, los especialistas resaltan que España, deficitario en cereales, compra a Ucrania el 27% de sus importaciones de maíz y el 68% de las de girasol. De hecho, ese país es uno de los principales exportadores de trigo, semillas de girasol y aceite, maíz y patatas, o lo que es lo mismo, de ingredientes básicos en los alimentos procesados.
Entonces, si desde septiembre pasado ya había subido la harina en torno al 30% o al 40%, el escenario actual es todavía más complejo y ve cómo son afectados todos los productos derivados.
Del mismo modo, el impacto de los costes de la energía y los carburantes – que también han batido sus récords históricos- en la cadena de distribución y los parones en la industria son otros factores que influyen en la escalada de precios general.
Además, desde Acierto.com recalcan que el conflicto bélico impactará al mercado inmobiliario, por lo que es previsible que se retraiga la demanda, con lo que se detendría la escalada de precios de vivienda usada en venta y alquiler.
Es más, ante el encarecimiento de la energía, habrá una alza de precios de materiales por su producción y su transporte, por lo que ser propietario también será más caro.