La consejería de Medio Ambiente va a invertir en la reforma de la calle García Cabrelles, la arteria principal del Rastro, 2,8 millones de euros. Será una calle de plataforma única con protagonismo para el peatón. Los vecinos y compradores del Rastro aseguran a El Faro que se necesitan estas inversiones.
Aunque también encontramos a ciudadanos que son escépticos con estas informaciones y no creen ya en las promesas de mejoras del barrio.
Abderrahim, vecino de la zona, explicó que le parece bien que arreglen la calle. Pero se pregunta si luego se mantendrá limpia. Aseguró que por mucho se recoge de los contenedores de basura o de las aceras, están siempre sucias y con porquería.
No obstante, puntualizó que le parece bien que se vayan a hacer reformas en esa calle del Rastro.
El caso de Yousef, que estudia en un centro de la zona, le parece bien que arreglen la zona. Explicó que la carretera de toda la calle está mal y, de hecho, se pueden ver charcos de cuando baldean la calle porque hay desperfectos en el asfalto.
También cree que el barrio está abandonado. Es su impresión cada día que viene a su centro de estudios y pasa por esta calle del Rastro.
Pero a Hammut no le convence nada este proyecto. Cree que llega tarde esta intervención en el Rastro. De hecho, es pesimista con la situación de la ciudad y aseveró que en Melilla se cuenta con “políticos de tercer grado”. “No hay políticos en condiciones ni en el Gobierno ni en la oposición”, sentenció.
Este melillense indicó que no cree que se tenga en cuenta en Madrid la situación de Melilla desde hace años. Y remarcó que la ciudad está “abandonada” tanto a nivel nacional como local.
Y Driss, otro vecino de la zona, lamentablemente también tiene una visión pesimista de la situación actual de la ciudad. Explicó que no cree nada de lo que dicen los políticos de la ciudad.
Argumentó que la fuente del Bombillo tuvo un coste alto y parece que la obra no merece ese gasto realizado porque no está bien. “No me creo nada de lo que dicen. Llevo más de 40 años aquí y siempre dicen que van a hacer y van a arreglar. Pero son solo promesas”, añadió.
Driss cree que el Rastro “está muerto”. Recordó con añoranza cómo era el barrio de su infancia, porque él se crió ahí en esas calles. Aseguró que este barrio era uno de los que daba vida a la ciudad y ahora ya no es así. “El Rastro ahora mismo da hasta miedo andar por las noches. Hoy parece que hay más gente, pero hace mucho tiempo que no tiene ambiente”, añadió.
Más mejoras en los alrededores
A Naty, una melillense que estaba por la zona, se alegra del anuncio de la reforma de esta calle del Rastro. Es más, aseveró que se alegra mucho de que vayan a traer dos días en semana el mercadillo a dos calles que hay paralela a ésta, es decir, a General García Margallo.
No obstante, esta ciudadana tiene una petición, que hagan un acceso mejor desde el barrio del Monte María Cristina con el Rastro y el centro. Aseveró que todos los caminos que hay tienen obras sin terminar y subrayó que da muchas vueltas para poder bajar desde ese barrio al centro.