El consejero de Medio Ambiente, Hassan Mohatar, ha presentado este miércoles una de las obras que va a cambiar la imagen del Rastro y con la que pretenden dar vida a esta zona de la ciudad. Se trata de la reforma de la calle García Cabrelles, desde el Mercado Central y hasta la rotonda con Tiro Nacional. Se cuenta con un presupuesto de 2,8 millones de euros.
El objetivo de la rehabilitación de Medio Ambiente es implantar la plataforma única, que implica restar espacio al coche para favorecer al movilidad al peatón. De hecho, se eliminarán los aparcamientos en batería y serán en línea, se pondrán árboles y mobiliario urbano. Además, se usará la intervención para mejorar el saneamiento y poner una nueva iluminación.
La licitación saldrá la próxima semana porque el proyecto ya está en fiscalización. Se prevé que las obras puedan empezar en primavera y tendrá una duración de 11 meses, aunque Mohatar desea que puedan finalizar antes.
¿Por qué la intervención? 500 negocios humildes
El consejero de Medio Ambiente explicó que el Rastro es una "zona deprimida y abandonada" de Melilla. Y el motivo de esta obra, y de otras que continuarán en calles paralelas, será mejorar el aspecto de esta zona de la ciudad.
De hecho, explicó que su partido, Coalición por Melilla (CpM) siempre ha defendido que se haga una rehabilitación de toda la zona y ahora será una realidad. Es más, espera que para primavera se inicien las obras e incluso que puedan terminarse antes de los 11 meses, que es la fecha de ejecución de esta intervención.
Mohatar argumentó que entre García Cabrelles, Gran Capitán y General García Margallo hay unos 500 negocios pequeños y “humildes”. Aseveró que durante todos estos años han podido subsistir, pero con estas obras se pretende hacer una zona atractiva para los compradores.
También remarcó el consejero que hasta ahora todas las intervenciones en el Rastro han sido “parches” y desde el Gobierno local, así como desde su formación CpM, que siempre ha defendido una rehabilitación de la zona, se hará una reforma total de estas tres calles. Insistió en que la política de parcheo realizada hasta ahora por gobiernos anteriores no daba respuesta a las demandas de comerciantes ni de vecinos.
Es más, dijo que hay un proyecto también para intervenir en el barrio Hebreo, que se presentará en un futuro.
La obra
La obra en la calle García Cabrelles se hará por tramos y es que se cuenta con una superficie de unos 7.000 metros cuadrados. Explicó que se trata de la arteria principal del Rastro.
Mohatar dijo que se van a cambiar los saneamientos y se mejorará la iluminación. La calle, al pasar a ser plataforma única, contará con mobiliario urbano y se plantarán árboles. Todo esto llevará a que haya un calmado del tráfico y se tendrá que conducir a 20 kilómetros por hora con el coche.
Y es que el consejero de Medio Ambiente argumentó que el 73% del espacio es para el coche en estos momentos, mientras que solo hay un 23% para los peatones. Tras la reforma, se dará prioridad al peatón, aunque se permitirá que circulen los vehículos.
En cuanto al aparcamiento, habrá cambios porque pasarán de ser en batería a estar en línea.
Mohatar también destacó que se van a crear pasos peatonales en todo este recorrido, se cambiará la pavimentación de la acera y la calzada y se pondrá una zona ajardinada con una nueva red de riego.
Asimismo, argumentó que se van a modificar los imbornales y la red de saneamiento y es que explicó que es una zona inundable cuando llueve y se pretende evitar que vuelva a pasar con esta obra. Y se aprovechará para incluir la fibra óptica y una nueva instalación de alta tensión de suministro eléctrico.
La obra en la calle García Cabrelles se hará por tramos. Mohatar afirmó que durante esta fase se habilitará la calle Gran Capitán para bajar hasta el centro de la ciudad y, por lo tanto, cambiará el sentido del tráfico.
En cuanto a si habrá problemas en el centro porque también se va a bloquear la calle General García Margallo para instalar el mercadillo, dijo que no habrá problemas porque además son solo dos días a la semana este cierre de dicha calle para poner los puestos.
Y para cuando la reforma de la mentalidad de los que tienen negocios allí. Que les da igual que haya venta ambulante, lo dejan todo sucio y les importa un comino e ídem de las personas que compran por ahí, para ellos no existe el Covid-19, aglomeraciones en las pequeñas tiendas, aunque lo mona se vista de seda, mona se queda.
Esta zona se lo merecía hace ya muchos años. Zona carismática de nuestra ciudad.
Dejada en el olvido por el PP, el partido de los pijos con corbata.
Por fin alguien se acuerda de que el rastro también EXISTE.
POR FIN !!!!!!
Ya era hora de dedicarle un poquito del presupuesto a esta zona "céntrica " y abandonada de la ciudad.
Mucho centro, mucho industrial que pasa que el rastro no existe??
Además de hobras que ya tocaba,
Habría que incrementar la seguridad y la limpieza que mucha falta le hace.