Melilla sigue sumando nuevos contagios de coronavirus y la cifra de casos activos en la ciudad supera los 600, después de sumar 90 nuevos infectados en una sola jornada, a los que hay que sumar los 54 notificados el día de Navidad. La sexta ola de la pandemia sigue adelante y no parece que su final esté cercano. Además, las fiestas navidades no van ayudar a que la expansión del virus disminuya.
Mientras tanto, profesionales de la sanidad resisten como pueden el aumento de los casos. El Colegio de Médicos advertía ayer de presión que están sufriendo los sanitarios, que llevan en estado de emergencia desde hace más de un año.
Nuestro sistema sanitario no estaba preparado en marzo de 2020 para enfrentarse a una pandemia como la que se desató entonces. Cientos de personas contagiadas de un virus del que no se conocía prácticamente nada y que presentaba una mortalidad desaforada saturaban los servicios hospitalarios de todo el país y la situación era límite. En esos momentos, los sanitarios realizaron un esfuerzo enorme para poder, con lo medios de los que disponían, minimizar los efectos de la pandemia y proteger la salud.
Ahora, con cinco olas a nuestras espaldas, nos volvemos a encontrar con servicios saturados y médicos y enfermeros exhaustos, después de meses trabajando por encima de lo posible. No se enciende que en todo este tiempo no se dispusieran los medios necesarios para que esto no ocurra. Los trabajadores de la sanidad vuelven a encontrarse desamparados y se convierten de nuevo en el único muro de contención frente a una enfermedad que por desgracia sigue matando.
No podemos olvidar que durante este mes ya se ha producido fallecimientos a causa del covid-19 y que, a pesar de la vacuna, en ciertos casos la enfermedad puede tener importantes complicaciones para quien se contagia. Por contra, y a pesar de las advertencias de las autoridades sanitarias, seguimos presenciado imágenes poco convenientes, reuniones de demasiadas personas que parecen no entender la situación en la que nos encontramos.
En estos momentos, es preciso que cada melillenses sea consciente del momento en el que nos encontramos, y ser responsable. Hay que mantener las normas sanitarias si no queremos que nuestro servicio sanitario se vea sobrepasado. Cada nuevo contagio de coronavirus es un peso más que cargarnos sobre las espaldas de los sanitarios de la ciudad, y el peso acumulado ya empieza a ser intolerable.
Cada uno de nosotros debemos dejar de lado nuestro egoísmo y ser solidarios con el conjunto de nuestra sociedad y especialmente con aquellos que llevaban más de un año protegiéndonos del coronavirus.