El Consejo de Ministros aprobó este lunes autorizar la suscripción de un convenio para establecer las líneas de colaboración para la ejecución y posterior cesión del uso, explotación y mantenimiento del sistema de abastecimiento de Melilla.
Según recoge la web de la Moncloa, también convalidó las aprobaciones del gasto efectuadas por la Dirección General del Agua y la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir.
Asimismo, dio luz verde a un Real Decreto que regula la concesión directa de subvenciones a determinadas entidades para la financiación del Sistema Nacional de Acogida e Integración de Personas solicitantes y Beneficiarias de Protección Internacional y la atención sociosanitaria en los centros de estancia temporal de inmigrantes (CETI) de Melilla y Ceuta.
La ampliación de la desalinizadora de agua de Melilla
Hay que recordar que en los últimos días Melilla ha sufrido varios cortes de agua, especialmente en la zona del centro de la ciudad.
El consejero de Medio Ambiente, Hassan Mohatar, ha explicado a El Faro que esto se debe a la herencia recibida y a las escasez de inversiones en la modernización del sistema de abastecimiento de agua de la ciudad.
La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), organismo dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, inició en septiembre de 2020 las obras para ampliación de la Instalación Desalinizadora de Agua de Mar (IDAM) de Melilla.
Con un plazo de ejecución de 24 meses, el proyecto contempla, principalmente, el aumento de la capacidad de producción de la planta hasta los 30.000 m³/día, lo que según el ministerio, garantizará el abastecimiento de agua en calidad y cantidad.
Además, se plantea el incremento de la capacidad de filtración, la mejora de la protección frente a oleajes extremos; un segundo depósito de agua filtrada y una segunda toma de agua marina para poder realizar el mantenimiento; y la reducción del consumo de energía, al incorporar sistemas de mayor rendimiento, entre otros trabajos que contribuyen a la mejora de la calidad del agua y a la seguridad de la explotación.
El proyecto cuenta con un presupuesto de adjudicación de 17,4 millones de euros que será financiado con fondos FEDER – a través del Programa Operativo de Melilla- y con fondos propios del organismo de cuenca. En este montante también se incluyen los gastos de explotación durante la ejecución de las obras y la puesta en marcha de la instalación, para asegurar el suministro en todo momento.
El Gobierno de Pedro Sánchez y Yolanda Díaz logró desbloquear la modernización de la planta desalinizadora de Melilla, paralizada desde 2015. Para ello, elaboró un proyecto, unificando los existentes e incluyendo la explotación y el mantenimiento de la desaladora de Melilla para garantizar la actividad de la instalación y, por ende, el suministro a la ciudad.
Tras una larga y complicada tramitación ambiental, el organismo de cuenca pudo licitar el proyecto en diciembre de 2019, con un presupuesto base de 23,4 millones de euros.
Los trabajos que se iniciaron en septiembre de 2020 se adjudicaron en julio de ese año a la UTE FCC Aqualia – ARPO Empresa Constructora por 17,4 millones de euros.