Melilla y su patrimonio arquitectónico son dos grandes desconocidas en España. Poco de conoce de las joyas modernistas que embellecen la ciudad y que los melillenses vemos a diario sin apreciar realmente su belleza.
La rutina muchas veces nos hace obviar la riqueza arquitectónica que nos rodea. Melilla es la segunda ciudad española con el mayor número de edificios modernistas y “art decó” después de Barcelona. El responsable de ello fue el arquitecto Enrique Nieto, discípulo de Gaudí que, a principios del siglo XX, introdujo este estilo artístico.
La ciudad se ha unido la celebración del Día Mundial de la Arquitectura con un pasacalles modernista que combinó música, teatro, historia y arte. Una iniciativa que ha mostrado a los melillenses el rico patrimonio local.
Con estas actividades se reivindica el patrimonio modernista en la ciudad y son iniciativas que hay que mantener para enseñar al melillense que cada edificio tiene una historia y que Melilla puede ser un museo urbano sin que aún lo hayamos notado.
La riqueza arquitectónica de Melilla es otro de los atractivos turísticos para mostrar fuera de nuestras fronteras con el objetivo de atraer a más visitantes. Pero estas “joyas” arquitectónicas también deben ser cuidadas y conservadas, por lo que es necesario hacer las adecuaciones necesarias en el momento preciso para evitar su deterioro.
En las manos de todos está el cuidar la ciudad, hacerla atractiva y amable para las personas que la habitan y para quienes nos visitan. Melilla debe reivindicar su arquitectura modernista.