Cinco jóvenes migrantes, uno de ellos menor de edad, fueron rescatados del tráiler de un camión después de que subieran a este con la intención de viajar como polizones esa misma noche. Ikram Abdel-lah Mohamed, una educadora de Calle, estaba en ese momento con sus compañeros Belaid y Sufian cuando recibió una llamada del menor de edad atrapado pidiendo auxilio. Coordinados con el director de los Educadores, Nabil, avisaron a la Guardia Civil de lo ocurrido y fueron en busca de los jóvenes.
Abdel-lah Mohamed estima estos habían estado atrapados unos cinco días y cuando los encontraron dentro del tráiler asegura que estaban pálidos, pues habían estado sin comer ni beber todo el tiempo. Resaltó que en el trabajo que realizan, suele pedir un contacto a los jóvenes con los que entran en contacto, un hecho que facilita en gran medida el trabajo con ellos. Explicó que intentan que los menores vayan a los centros de acogida. Cuando salieron del camión, les dieron bocadillos para comer y zumos beber. "Si no los encontramos, hubieran muerto", aseguró.
Ayer se supo que la presión en el puerto de Melilla aumenta después de que un total de 1.015 personas hayan entrado en la zona de seguridad de este con el objetivo de llegar a la península. En una nota de prensa, la Guardia Civil explicó que algunas de esas personas logran acceder a la zona de seguridad a nado y otras por distintos procedimientos terrestres, por ejemplo, aprovechando la aminoración de la velocidad de los vehículos en las inmediaciones del puerto, con ocasión de los “dormilones” o resaltes de la vía, introduciéndose en sus bajos o en lo alto. Otras se localizan ya ocultas en los dobles fondos de vehículos y plataformas, entre cartonaje, cisternas con cenizas y otros lugares muy peligrosos para su integridad física.