El consejero de Infraestructuras, Rachid Bussian, ha presentado hoy tres nuevos proyectos que pretenden seguir mejorando la accesibilidad de los peatones y el ahorro energético de la Ciudad. Indicó que se han desarrollado un gran número de proyectos por parte de esta consejería y de otras áreas del Gobierno local con el objetivo de mejorar la fisionomía de Melilla, como con la rehabilitación de aceras que se van a realizar en la calle Ibáñez Marín, y también para reducir el gasto de energía y coste que se invierte al cambiar las luminarias tradicionales por unas nuevas de tipo led, como se hará en el campo de fútbol del Tesorillo o en el de La Cañada.
Por un lado, Bussian ha destacado que se van a renovar casi al completo las aceras de Ibáñez Marín. Esta actuación está ya en licitación en la Plataforma de Contratación del estado y tiene como último día para presentar la documentación el próximo 2 de febrero. Cuenta con un presupuesto de 446.287 euros. Espera que pueda comenzar en marzo esta obra que tiene un plazo de ejecución de cuatro meses.
En concreto, el consejero de Infraestructuras explicó que se renovará toda la acera desde casi la calle Carlos Ramírez de Arellano hasta el acceso a la urbanización Huerta Vega en la Carretera de Hidum. Aunque apuntó que hay tramos que no se van a tocar, como el que está junto al proyecto de los terrenos de Gabriel de Morales, que se acometerá justo cuando se urbanice toda la zona, y también otro tramo que ha sido recientemente renovado y que sería un derroche volver a modificar, y que está situado entre las calles Teniente Coronel Avellaneda hasta Comandante Royo.
En total son más de 4.300 metros cuadrados de aceras y más de 1.200 metros cuadrados de bordillos los que se van a renovar. Bussian aseveró que a ningún melillense “se le escapa” que las aceras en esta zona no se encuentran en su mejor estado, así como hay diferentes dibujos y colores por tramos, mostrando una antigüedad diferente entre las losas. Por ello, la idea no es solo facilitar el acceso al peatón con una nueva acera renovada, sino reformar conexiones de la periferia con el centro de la ciudad que se habían olvidado.
Por otro lado, el consejero también comentó que las aceras son muy estrechas, pero como no hay arbolado ni alcorques, se limitará la zona no accesible a los 40 centímetros para las farolas y los semáforos y el resto de los espacios será para el peatón. Indicó que se trata de una arteria que conecta el centro de la ciudad con varios barrios y que, por lo tanto, debe haber un itinerario trazado que sea accesible para todos los peatones, así como debe ser cómodo y seguro.
También dijo Bussian que se dará solución a las familias que “se han quejado amargamente” en estos años por las complicaciones para acceder a los centros educativos, por ejemplo, al León Solá.
Este proyecto de renovación de acerado se va a sumar al que ya se presentó hace unos días de reforma de la zona del Paseo Marítimo. Aunque la obra de Ibáñez Marín está diseñada con cortes de tráfico alternativos mientras que se va realizando el proyecto, no se hará por fases como es el caso del Paseo Marítimo, sino que será una obra de continuación y el objetivo es que la empresa que se quede con esta actuación pueda terminarla antes del plazo.
Ahorro energético
Por otro lado, el consejero de Infraestructuras indicó que la Ciudad va a lograr el ahorro de 40.000 euros anuales con el cambio de las luminarias de los campos de fútbol del Tesorillo y de La Cañada, así como las zonas adyacentes. Estos fueron otros de los proyectos que presentó Bussian y que se une a los dispuestos por la Consejería de Medio Ambiente para reducir el consumo de energía de la Ciudad. De hecho, El Faro ya publicó este fin de semana ambos proyectos.
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