La mejor forma de tratar un asunto como la acusación contra la policía de nuestro país de cinco jóvenes belgas de origen marroquí es, precisamente, desproveer lo acontecido de cualquier atisbo político, en beneficio de la investigación y la actuación judicial. Lejos de quedarse en un problema diplomático , como en principio pareció iba a suceder, el conflicto ha cogido el rumbo deseable, con una denuncia ante los tribunales que deberá servir para aclarar qué sucedió realmente.
La Delegación del Gobierno quiso zanjar la polémica y sus correligionarios políticos en la Asamblea la utilizaron en su beneficio y contra el Gobierno Imbroda, por la petición de investigación que sobre lo acontecido requirió la ‘Comunidad Annur’, que el PSOE local descalifica sistemáticamente por una supuesta proximidad de la misma entidad al PP.
No obstante, no se trata de dar crédito a una de las dos partes enfrentadas sino de esclarecer lo sucedido por el bien de las relaciones con nuestros vecinos. Como dice el abogado de los jóvenes, posiblemente exista una grabación de las cámaras de seguridad en la frontera que ayude a poner las cosas en su sitio.