Ayer se anunciaron las fechas y los actos de la XII Semana del Cine de Melilla. Además, el director de la muestra, Moisés Salama, y la Consejera de Cultura, Elena Fernández Treviño, desvelaron que la actriz Emma Suarez será la premiada en esta edición, que se celebrará entre el 7 y el 13 de septiembre. También se puso sobre la mesa la intención del Gobierno local de invertir en la industria cinematográfica participando en la financiación de dos películas.
La Semana del Cine de Melilla cogió buen ritmo en las últimas ediciones y la pandemia de coronavirus amenazaba con paralizarla este año, pero se ha buscado una fórmula adecuada para conjugar su realización con las medidas sanitarias necesarias para proteger a los asistentes del virus, lo cual es una buena noticia para la ciudad.
Durante el confinamiento y la paralización de la actividad, el sector de la cultura ha sido uno de los más perjudicados y a la vez el que menos se ha defendido. Se ha escuchado mucho más la voz de otras parcelas de la economía que también han resultado dañadas, pero menos a la gente del cine o del teatro. Da la sensación de que con la crisis que estamos viviendo, la cultura ha quedado relegada a un rincón, como si no se tratara de una actividad esencial.
Si una raza extraterrestre llegara a nuestro planeta no se fijaría en nuestros logros tecnológicos o avances industriales, no repararía en aquello que ellos ya han logrado dominar. Sin embargo, se maravillarían y emocionarían, tal y como hacemos nosotros, con el arte, la literatura o el teatro alumbrados por la humanidad. La cultura es nuestra signatura como civilización.
Necesitamos seguir apoyando a la cultura. La terrible situación por la que hemos pasado, y de la que aún no hemos salido, no debe ser óbice para que nos olvidemos de la creación artística, que al fin y a la postre es probablemente lo que nos hace humanos.
Es importante, ahora más que nunca, que la Administración muestre su sensibilidad con este sector, lo proteja y lo promueva.