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Afirma que miembros de ONG y universidades realizaron informes en su propio beneficio
“El centro de protección de menores La Purísima no es un circo. Se acabó las puertas abiertas que hemos permitido para que vieran cómo viven”. Así lo destacó ayer a través de su cuenta de Twitter el consejero de Bienestar Social, Daniel Ventura. Explicó a El Faro que desde su llegada a esta área se ha permitido a todas las personas que pedían permiso entrar en dicha institución. Sin embargo, subrayó que la mayoría de miembros de universidades y ONG, así como otros profesionales, sólo han utilizado sus informes sobre el centro en “su propio beneficio”. Los calificó de “carroñeros”.
El consejero señaló que “no hay nada que ocultar” en La Purísima. De hecho, aseveró que las personas que entran en el centro se sorprenden de la atención que reciben los menores, aunque el número de acogidos sea superior al del total que puede albergar este inmueble.
Sin embargo, comentó que se usan esas visitas para cargar contra su gestión, así como contra la Ciudad, en lugar de aportar medidas y soluciones a este problema. Aseveró que la información que obtienen estas personas la usan para su propio beneficio y hacen críticas sin contar con las características específicas de Melilla ni explicar la presión migratoria a la que está sometida.
Ventura lamentó que no contribuyan a mejorar la vida de los menores del centro.
“Era un montaje”
Por otro lado, indicó que se ha preparado un informe sobre un grupo de menores de origen subsahariano que aparecieron con chanclas el otro día en una fotografía en las redes sociales.
El consejero aseveró que fue “un montaje” de la Asociación Pro Derechos Humanos (Prodein). Afirmó que los educadores llamaron la atención de los menores porque no entendía por qué salían con este calzado cuando tenían sus zapatillas en las taquillas. El informe está elaborado por si la Fiscalía pide información de este suceso, ya que estos jóvenes presentaron una queja ante dicha entidad.
Además, los chicos solicitaron que se les considere adultos, pero la Consejería tiene documentos y pruebas que acreditan que son menores de edad.