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Pelu salva los muebles en el último suspiro de un partido que había que ganar sí o sí
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El Dos Hermanas San Andrés certifica su descenso de categoría y acompaña al Alhaurín de la Torre a la 1ª Andaluza
El River Melilla logró una victoria que vale su peso en oro de cara a lograr el objetivo de la permanencia. No fue precisamente el mejor partido del equipo que dirige Aloisio, pero en esta ocasión el fútbol le devolvió al equipo melillense lo que en otros partidos le birló. El Dos Hermanas San Andrés que se presentó a la cita con solo once jugadores vendió cara su derrota consciente de que lo único que le valía era sumar los tres puntos para retrasar su regreso a la 1ª División Andaluza; mientras que para el cuadro melillense el triunfo era vital para sus pretensiones.
Los primeros minutos del partido fueron de tanteo, sin dominador claro, e incluso con algún que otro susto de los visitantes por mediación de Sufian en el lanzamiento de un libre directo desde la frontal. El River fue a más conforme avanzó el encuentro, sobre todo a raíz de tomar ventaja en el marcador cuando el crono marcaba el minuto diez de juego. Un error del meta malagueño Mario a la hora de medir la salida dejaba en ventaja a Bilal, quien a pie cambiado enviaba el cuero al palo izquierdo del portal andaluz.
Braim pudo ampliar distancias en el electrónico pasado el cuarto de hora, pero su disparo raso y cruzado lo atajó sin problemas el guarda redes costasoleño. La respuesta no se hizo esperar y el Dos Hermanas buscó la igualada casi a renglón seguido por mediación de Ito que finalizó un contraataque visitante con un disparo desde el balcón del área que se perdió rozando la escuadra derecha de la portería defendida por Fran.
A partir de ahí el choque entró en una fase de juego poco vistoso con un River impreciso a la hora de hilvanar jugadas y un Dos Hermanas que se defendía bien, consiguiendo que los de Aloisio no se encontraran cómodos sobre el sintético federativo con el contratiempo añadido de perder a Farid con un pinchazo en el biceps femoral, por lo que al descanso se llegaba con ventaja mínima en el electrónico favorable a los norteafricanos. Tras el paso por los vestuarios el guión apenas varió a pesar de que los primeros compases fueron de dominio local, llegando incluso a disfrutar de ocasiones claras para poner tierra de por medio en el marcador. A los 30 segundos de la reanudación un error en la salida del balón de la zaga visitante dejaba a Melik en inmejorables condiciones para batir a Mario, pero el ariete azulón se entretuvo demasiado dando tiempo a que un defensor despejara el peligro.
No habían pasado ni dos minutos y de nuevo el equipo ribereño desaprovechaba otra oportunidad clara, en una buena acción ofensiva en la que Melik cedía el cuero sobre Braim y éste a la vez servía la pelota en bandeja para Bilal que, con todo a su favor, disparaba fuera.
El Dos Hermanas estaba dispuesto a vender cara la derrota y daba un paso al frente en busca de la igualada ante el nerviosismo y las continuas imprecisiones de los locales. Así, el colegiado linarense Pulido Campos anulaba un gol en claro fuera de juego a Gabri, que remató al fondo de la red tras una gran parada de Fran a disparo desde la corona del área del visitante Carmona.
Los costasoleñas, a pesar de no poder realizar cambios, dieron una muestra de compromiso en busca de alargar su debut en la categoría. El esfuerzo de los andaluces tendría su recompensa a falta de diez minutos para el final en un balón colgado al área desde el flanco izquierdo que Rafita aprovechaba para establecer la igualada con una impresionante volea ante la que nada pudo hacer Fran.
Diez minutos para el final y las espadas en todo lo alto. Pudo pasar cualquier cosa. Los norteafricanos seguían sin estar finos y los andaluces no se conformaban con el empate. Pero esta vez el fútbol devolvió al River lo que en otros partidos le quitó y cuando el partido agonizaba, Sidi enviaba un balón al corazón del área que Pelu, adelantándose a su marcador y de toque sutil, aprovechaba para establecer el 2-1 en el marcador y dar una victoria a su equipo con sabor a permanencia.