DANA, es decir, una Depresión Aislada a Niveles Altos, ha azotando a pueblos valencianos y se ha abierto un escenario sin precedentes en este siglo. Según la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), en Valencia, la provincia más afectada del país, la cifra provisional de fallecidos asciende a más de 200, y la de desaparecidos se estima en decenas.
Desde el martes 29 de octubre, cuando se reportaron los primeros destrozos a causa del fenómeno meteorológico, los servicios de emergencia locales se han movilizado para contener la situación y atender a los damnificados. La magnitud del desastre, sin embargo, ha obligado a estas instituciones a solicitar también el refuerzo de equipos de seguridad de otras autonomías, así como la activación de fondos europeos para cubrir económicamente los daños. Pero es muy llamativa la movilización ciudadana desde el primer momento: cuando el pueblo ayuda al pueblo. El Faro de Melilla entrevista a Begoña Cameán, de la fundación CUME, que tiene como objeto el fomento de la solidaridad y contribuir al desarrollo humano, social, artístico, científico y económico, de aquellos sectores más desfavorecidos.
-Usted trabaja en una Fundación para llevar agua en pueblos perdidos del tercer mundo donde no la hay. ¿Qué piensa de lo que se está viviendo ahora en su país?
-Trabajamos para llevar agua y para conseguir seguridad alimentaria en países en vías de desarrollo, pero también en España con familias en riesgo de exclusión social, tanto nacionales como inmigrantes. En cada lugar hay unas necesidades y nosotros, dentro de nuestras posibilidades, intentamos mejorar la vida de las personas, dándoles un primer impulso para que después sean ellos los que puedan salir adelante. A veces es dar una ayuda alimentaria, otra una formación para conseguir un empleo, otra dar orientación para arreglar unos papeles, etc.
Lo que está pasando en España es que estamos viviendo un enorme despliegue de solidaridad ante una terrible catástrofe. Desde las ONgs e incluso ciudadanos particulares organizándose entre ellos, valiéndole de las redes sociales o de cualquier cosa, han conseguido llevar a las zonas afectadas por la DANA ayuda antes que las autoridades. La prevención falló. La respuesta rápida también. Habrá tiempo de depurar responsabilidades. Me quedo con la respuesta de la sociedad civil. Los españoles se hacen grandes en momentos difíciles. Ahora sobra política y hace falta poner a las víctimas en el centro y preocuparse únicamente por ellas. Todo ha fallado. No podemos fallar ahora en cuidarlas. Y tampoco cuando pasen semanas y esto ya no sea lo único que sale en las noticias.
-¿Cree que ha habido descoordinación ante esta tremenda emergencia sanitaria?
-Creo que es evidente que ha habido una tremenda descoordinación. No puede ser que más de cuarenta horas después de la riada hubiese gente sin poder acceder a una botella de agua potable. Se ha tardado mucho en desplegar los medios necesarios. No era una situación fácil, ni mucho menos, pero las autoridades no han estado a la altura y creo que esto lo piensan la mayoría de los españoles.
-¿Cree que se ha informado bien a los ciudadanos?
-Pienso que una de las cosas que han fallado antes, durante y después es una comunicación de prevención y de respuesta. Muchos nos preguntamos si políticos de distintos signos estuvieron más preocupados de que no tuviera consecuencias para ellos que de gestionar adecuadamente.
-El pueblo que ayuda al pueblo. ¿Se siente orgullosa de su país?
-Enormemente. Creo que las mayores virtudes del pueblo español son su gran generosidad y solidaridad, tanto con sus vecinos como con personas de otros países. Nunca que he pedido ayuda para sacar adelante un proyecto me ha faltado. Hemos podido tardar más o menos en conseguir los recursos, pero siempre los conseguimos.
-¿Cómo ayudar a las personas que se han quedado sin nada?
-Hay distintas organizaciones valencianas que están canalizando la ayuda. Ellas están en el terreno y su conocimiento es vital para que la distribución de la ayuda sea eficaz. Desde la Fundación en la que trabajo nos vamos a coordinar con ellas para enviar el material. Siempre recomiendo buscar organizaciones de reconocida solvencia, que auditen sus cuentas, y que se sepa que están repartiendo la ayuda. En concreto nosotros vamos a trabajar con Cáritas Valencia. Tenemos experiencia en colaborar con ellos en países como por ejemplo Perú, desde hace más de 25 años y también colaboramos en ciudades como Vigo, donde tenemos nuestra sede central.
-¿Hubiera pensado alguna vez ver estas imágenes propias de tercer mundo en su país?
-No. Nunca piensas que estas cosas pasarán cerca de ti, con tantos fallecidos y damnificados, pero ha pasado y ahora hay que arrimar el hombro para que la gente pueda volver a tener un hogar, los niños un colegio al que asistir, las empresas retomen su actividad. Tenemos que ver qué ha pasado y sacar aprendizajes para que, si vuelve una riada, las consecuencias no sean tan devastadoras.