El Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (Ingesa) en Melilla se congratula de que por fin el Gobierno de España reconoce la reivindicación histórica de los sindicatos de la ciudad para que el Área Sanitaria local sea declarada como de puestos de difíciles desempeño y cobertura médica 'ex-lege'.
En la práctica se traduce en que al declararse que son puestos de difícil cobertura se establecen incentivos con el objetivo de fidelizar al personal sanitario que ya trabaja en Melilla y, a la vez, captar a nuevos profesionales, haciendo de Melilla un destino atractivo para médicos y personal de enfermería y fisioterapia.
Se trata de medidas que ya se han tomado en otras Áreas de Salud de nuestro país con una problemática similar a la de Melilla, como es el caso de los puestos de médico de Atención Primaria en Castilla y León, donde se abonan complementos que van desde los 300 a los 6.000 euros anuales.
El reconocimiento de que el Área Sanitaria de Melilla debe ser considerada un Área de Difícil Desempeño viene recogido en el eje 3 del Plan Estratégico Integral aprobado este martes en el Consejo de Ministros. Se ha hecho, según explica el propio documento, con los ojos puestos en convertir a Melilla en un territorio más atractivo para el arraigo poblacional y con mayores opciones de tener un futuro desarrollo económico y social. Para ello es un requisito imprescindible que la ciudad cuente con un sistema sanitario fuerte, consolidado y con dotación material y profesional adecuados para, de esta forma, poder cubrir las necesidades de la población.
Llama la atención que en ese mismo plan, se reconoce que falta personal sanitario en Melilla aunque, milagrosamente, eso no coloca a la ciudad a la cola en el ranking de listas de espera para operaciones quirúrgicas y de citas con el especialista.
No podemos más que congratularnos con la decisión del Gobierno de Pedro Sánchez de reconocer la dificultad que afronta la ciudad para atraer talento en la rama sanitaria. El plus de residencia que se paga al personal médico no compensa el desembolso que tienen que hacer cada mes para pagar alquileres desmesurados como los que tenemos en Melilla. Eso sin contar que trasladarse a nuestra ciudad significa renunciar en gran parte a la labor de investigación; matricular a los niños en colegios con altas ratios y estar sometido a la gran presión asistencial que soporta un hospital como el Comarcal, que durante años ha sido el centro hospitalario de referencia en toda la zona del Rif.
Esto es un gran paso: quizás el más importante. Lo demás que no deja de ser importante hay que pelearlo, pero la primera barrera ya no existe.