Sindicatos de Correos han denunciado este miércoles que persiste el retraso en el reparto de paquetes en la ciudad. "Se está repartiendo lo del Black Friday", señaló Ana María Jiménez, representante de UGT.
Coincide con ella Juan Diego Román, responsable de CCOO en Correos, que aseguró a El Faro que en estos momentos "se está repartiendo lo de noviembre".
La situación actual del reparto de paquetes en Melilla es la misma que denunció CCOO el 30 de septiembre, cuando en declaraciones a El Faro Román aseguró que había 1.200 paquetes sin repartir, una cifra que negó la empresa pública.
En ese momento, Román alertó de que el atasco, podía retrasar las entregas de los envíos navideños. El tiempo le ha dado la razón. "Seguimos con la misma saturación", admitió en declaraciones a El Faro.
Según CCOO, la ralentización del reparto se debe a que los paquetes salen con cuentagotas de la Aduana. "De pronto no viene nada y de pronto llegan cuatro camiones", explicó Román.
"Es un problema técnico de Correos, más que de Aduanas", añade el sindicalista en referencia a la lentitud con que la empresa pública se está adaptando a la nueva legislación comunitaria que obliga a pagar el IVA por todas las compras hechas fuera de la Unión Europea. Esta normativa afecta, sobre todo, los envíos procedentes de China.
La situación del reparto de paquetería de este año no tiene nada que ver con la de 2020, cuando se repartieron los paquetes "con más fluidez", recalca Román.
La empresa pública reforzó la plantilla en Melilla hasta el 26 de este mes, pero ni así, se avanza en el reparto. "Van liberando paquetes muy lentamente", añade Ana María Jiménez, de UGT.
"Todavía tenemos paquetes retenidos del Black Friday", insiste.
Lo que está ocurriendo estos días es que a veces llega un camión lleno de paquetes, pero por lo general están arribando a la ciudad medio vacíos. Esto, en su opinión, no es sólo por la adaptación a la nueva normativa que está afectando por igual el reparto de paquetes en Melilla, Ceuta y Canarias.
También responde, según la representante de UGT, a lo que ella llama el desmantelamiento del servicio público, especialmente en las carterías, debido al recorte en el envío de cartas en formato papel.
Jiménez asegura que en la oficina de Melilla los permisos por asuntos propios se cubren "a cuentagotas". Lo mismo pasa con las vacaciones y además se obliga al cartero a llevar su barrio y parte de otro.
"Hemos sufrido un recorte brutal. La carga de trabajo es brutal. Tenemos agotamiento físico y psicológico", apunta la representante de UGT que considera que los refuerzos que pone la empresa son insuficientes.
Esta situación es la que ha llevado a los sindicatos de Melilla a convocar una huelga general antes y después de Reyes.
La empresa pública no ve motivos justificados para ir a la huelga y defiende que "el nuevo modelo de distribución es una transformación necesaria para garantizar la calidad del servicio y la estabilidad del empleo".
Desde Correos defienden que no es que se recargue al repartidor sino que se distribuye mejor el número de paquetes y cartas a repartir, fomentando "el trabajo en equipo y el reparto equitativo de las cargas de trabajo".
La empresa pública explica además, que este nuevo modelo de gestión "no supondrá una reducción de los puestos de trabajo".
Los sindicatos, por su parte, llaman a secundar la huelga convocada para los días 5, 7 y 12 de enero.