La semifinal del Mundial de Oratoria en Español ha dejado claro que la palabra sigue siendo una de las armas más poderosas del pensamiento humano. Entre más de 400 aspirantes de 100 universidades y 20 países, solo dos nombres han resonado al final del día en el Hospital del Rey: Rodrigo Sánchez-Bleda, de la Universidad Pontificia Comillas (España), y Sarah Macías, de la Universidad Autónoma de Occidente (Colombia). Ambos se medirán mañana por el título mundial.
El certamen, organizado por la Liga Española de Debate Universitario (LEDU), se celebra por primera vez en África, con Melilla como epicentro. Heredero directo del torneo celebrado en Buenos Aires en 2024, el campeonato ha reunido a los mejores oradores del mundo hispano en una edición que ha destacado tanto por la calidad de los discursos como por la profundidad de las reflexiones.
Primera ronda
La semifinal ha comenzado con una primera ronda en la que los cuatro participantes —Francesca Borelly (ADEN University, Panamá), Andrea Machuca (Universidad de Salamanca, España/Venezuela), Rodrigo Sánchez-Bleda (España) y Sarah Macías (Colombia)— debían abordar un tema obligatorio elegido al azar. Cada intervención, de apenas tres minutos, condensó ideas, emociones y un dominio del lenguaje admirable.
Ha abierto el turno Francesca Borelly, con el tema “Las guerras del futuro ya han empezado y son invisibles”. Su discurso, de tono crítico y lúcido, ha sido una reflexión sobre la manipulación digital y la pérdida de autonomía en la era tecnológica. “Alguien desconectó tu cerebro y tú no te has dado cuenta. ¿Recuerdas cuál fue el último video que viste? ¿En realidad lo elegiste o fue una recomendación?”, preguntó, provocando un silencio reflexivo entre los asistentes.
La panameña cerró con una advertencia inquietante. “¿Para qué necesitas un ejército si consigues que todos piensen igual? La guerra del futuro ya ha empezado. Está en tu mente”.
A continuación, Andrea Machuca ha hablado sobre “Memoria o perdón”, un tema en el que combinó ternura y firmeza evocando las enseñanzas de su abuelo. “Mientras el león no sepa escribir, la historia seguirá glorificando al cazador”, recordó con emoción.
Machuca ha defendido la memoria como un acto de dignidad colectiva. “Elijo recordar porque la memoria no nos ancla al pasado, sino que nos invita a un futuro mejor”.
El tercer turno ha sido para Rodrigo Sánchez-Bleda, quien ha abordado con serenidad filosófica la cuestión “¿Todo buen orador debe siempre decir la verdad?”. Ha comenzado citando a Quintiliano: “Como uno vive, así también habla”. Y ha terminado apelando directamente a la conciencia de los presentes. “Mentir no solo es deformar un hecho, sino quitarle a quien nos oye la posibilidad de elegir con conocimiento”.
Ha cerrado la primera ronda Sarah Macías, con un relato estremecedor sobre el dilema “¿Ceder por paz o luchar por justicia?”. Partiendo de una experiencia personal de miedo en un autobús, reivindicó la valentía femenina y la justicia social. “Vivimos en una paz tan imperfecta que debemos vivir en alerta. Por eso, yo elijo luchar por justicia, porque ese bus no sea más miedo, sino un viaje seguro hacia la paz”. Su discurso fue recibido con un prolongado aplauso.
Segunda ronda
La segunda parte de la semifinal ha permitido a los oradores escoger sus propios temas. Un espacio donde cada uno ha mostrado su identidad más auténtica.
Andrea Machuca ha presentado “A hombros de emigrantes”, un homenaje a la migración como fuerza transformadora y en especial a sus padres y antepasados. “La identidad no es una estatua”, dijo, “somos raíz que camina”. Su metáfora de Melilla como “puente, frontera y hogar” resonó con especial fuerza en la ciudad que ha acogido el certamen.
Francesca Borelly ha apostado por la autenticidad con “Nadie te gana siendo tú”, un discurso vibrante en el que ha incitado al público a dejar de intentar encajar. “Tratar de encajar en un lugar en el que no perteneces no sirve de nada. Cuando descubres que lo más valioso de ti eres tú, dejas de medirte con la regla de los demás”.
Por su parte, Rodrigo Sánchez-Bleda ha conmovido al público con “La belleza de las últimas veces”, una reflexión íntima sobre la fugacidad de la vida y la importancia de estar presentes. “La vida no consiste en conseguir, sino en ser. Hay belleza suficiente en estar aquí y no en otro lugar”, citó recordando a Fernando Pessoa.
Finalmente, Sarah Macías ha cerrado con “La belleza de ser diferentes”, una defensa apasionada de la autenticidad y el valor propio. “Desde pequeña me hicieron sentir que era demasiado. Pero hoy entiendo que lo que me hace diferente no es mi debilidad, sino mi fortaleza”. Citando estudios y ejemplos históricos, la colombiana ha instado a los jóvenes a abrazar sus singularidades. “No cambien para encajar, brillen para inspirar”.
Tras casi una hora de discursos, el presidente de Comunicación de la Liga Española de Debate Universitario, Ángel Domingo, ha anunciado el veredicto del jurado. Rodrigo Sánchez-Bleda y Sarah Macías serán los finalistas del Mundial de Oratoria en Español.
El Hospital del Rey ha estallado en aplausos. España y Colombia se verán las caras mañana a las 11:30 horas en una final que promete ser memorable.







