El fallecimiento de Aya Koudad tuvo lugar hace diez días en el Hospital Comarcal. Desde entonces poca luz se ha arrojado sobre el caso de esta niña marroquí. Esta paciente de 15 años llegó a Melilla enferma desde Nador. Su traslado a un hospital de la península chocó con la burocracia. Se ‘atascó’ durante días hasta que finalmente se produjo su muerte. El abogado de la familia, Nayim Mohamed, denunciará hoy los hechos en el juzgado para tratar de determinar qué impidió el traslado que recomendaban los médicos y quiénes son los responsables.
La acción de este letrado se suma a la emprendida por Prodein, la primera ONG que tuvo conocimiento del caso y lo puso en manos de la fiscalía y el juzgado de guardia. Ahora se une también la asociación El Defensor del Paciente, que solicita la intervención del fiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía. Denuncian omisión de auxilio y denegación de asistencia, a lo que El Defensor del Paciente suma discriminación al entender que la paciente no fue atendida de modo conveniente por tratarse de una niña marroquí. En este sentido, resultan inquietantes las declaraciones telefónicas que Sanidad realizó a El Faro a través de su Gabinete de Prensa. Desde el ministerio negaron con rotundidad que la pequeña hubiera sufrido algún tipo de discriminación, lo que tranquiliza (no hubo despreocupación hacia la pequeña porque fuera extranjera) y al mismo tiempo perturba (un enfermo de cualquier otra nacionalidad hubiera corrido la misma suerte). Por ello, si es cierto lo manifestado por el Ministerio de Sanidad, es imprescindible que por un lado el juzgado determine las responsabilidades penales o civiles que pueda haber y por otra parte los responsables sanitarios se pongan de inmediato manos a la obra para evitar que hechos como éstos se vuelvan a repetir.
Sin embargo, la exigencia de responsabilidades en nuestro sistema sanitario no debe hacernos olvidar de dónde viene este caso. Como otras muchas veces, el problema nos llega de Marruecos, cuyas autoridades son capaces de desentenderse de sus ciudadanos sin prestarles la asistencia médica que necesitan. Allí están los primeros responsables de la muerte de Aya.