Era un templo lleno de fe y devoción. La Iglesia del Sagrado Corazón estuvo llena de feligreses que fueron a escuchar el Pregón de Semana Santa.
Salvador Saavedra Casado, pregonero de Semana Santa, reflexionó en honor a Dios, a quien le pidió su ayuda, pero también le agradeció por el reconocimiento de conversar con él delante de tantos devotos.
Este joven melillense invitó a la feligresía a hacer iglesia, desde cada rincón en que esté y formen en valores cristianos.
Al encuentro, asistió el presidente de la Ciudad, Juan José Imbroda; el candidato al Congreso por el PP de Melilla y pregón del 2018, Fernando Gutiérrez Díaz de Otazu, y demás autoridades de la ciudad.
En la ceremonia, el pregonero de Semana Santa del año pasado, Díaz de Otazu, recordó que el “honor” que sintió cuando anunció la llegada de la celebración cristiana. Este año le correspondió presentar a Saavedra Casado, a quien elogió y reconoció que ha participado en estas fechas, “desde que nació”.
Para Saavedra Casado representó “un verdadero honor y alegría poder dirigirme a todos ustedes, delante del mismo Dios en el Santísimo Sacramento del Altar, para proclamar la semana grande del cristianismo, la Semana Santa, y más aún hacerlo en mi querida ciudad natal y eterna, africana y profundamente española, la ciudad de la unión y el encuentro, nuestra querida Melilla”.
Con mucha emoción, dijo que no iba a hablar de imágenes sagradas ni de alguien a quien todos conocemos. Saavedra fue al altar a hablar con él delante de los presentes. Comenzó su encuentro con Dios con una oración, para luego reflexionar y preguntarse: “¿Cómo les hablo de ti? Yo, un principiante, inmerecido de ti, hablarle a tu querido pueblo de Melilla... Perdóname por mi osadía Señor, por mi inexperiencia, por mi falta de formación, por hablarles hoy a mi gente de un tema Santo (...) Señor no soy digno de este Pregón, pero por ti todo se dignifica”.
Durante su mensaje, Saavedra explicó que toda la Iglesia se prepara para celebrar “el adorable misterio de la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo”, que es un tiempo para acercarse y encontrarse con él.
Por ello, cree que es un momento de tener convicciones firmes y verdaderas que cambien la vida terrenal y ser uno más de los personajes que estaban con Jesús hace casi 2.000 años.
Saavedra también habló de cómo se vive la Semana Santa en Melilla, describiendo cada trono, cada paso y lo asoció con una poesía.
El pregonero culminó con una invitación a hacer iglesia, cada uno desde su espacio, ya sea educando a su hijo, a la feligresía y a las familias en valores cristianos. “Cada uno individualmente con sus propias circunstancias y, cada uno con las cofradías de Melilla que, caracterizadas por el amor fraterno y la unidad cofrade, tienen que contribuir a fortalecer la familia que Cristo nos ha legado en la Tierra”.