Un grupo de jóvenes ‘echó’ ayer a los trabajadores de mantenimiento para ocuparse ellos.
En diciembre de el año pasado, el presidente de la Ciudad, Juan José Imbroda, inauguró en el Monte María Cristina un nuevo parque para los pequeños del barrio. El Ejecutivo invirtió cerca de 235.000 euros para responder a una antigua demanda vecinal. A priori la noticia era buena, pero ahora los residentes de la zona no están contentos. Un grupo de jóvenes del Monte, la mayoría desempleados, decidieron ayer ‘recuperar’ este espacio.Cansados de pedir a la empresa adjudicataria del servicio que contratara a gente del barrio, decidieron ‘hacer justicia’ y se presentaron en el parque con la intención de encargarse ellos del mantenimiento.
Uno de los afectados explicó en declaraciones a El Faro que lo único que quieren es trabajar. “Yo mismo he llevado a la empresa varios currículum de gente del barrio. Si está aquí, lo lógico es que seamos nosotros los que nos encarguemos del mantenimiento”, aseguró indignado por la situación.
El joven recalcó que en el Monte María Cristina hay un elevado número de desempleados, muchos de ellos con familia a su cargo, para los que sería muy importante poder realizar esta labor de mantenimiento.
Los integrantes del grupo que ‘tomó’ las instalaciones con herramientas de trabajo en lugar de armas tienen claro que continuarán allí hasta que alguien los escuche. Les pidieron a los empleados que se marcharan y se han organizado en grupos para hacer guardias y cuidar el parque. No pretenden generar ningún conflicto, según indican, sino simplemente convencer al empresario de que cuente con ellos para esta labor. “Hemos hablado con los chicos que se están encargando del mantenimiento y ninguno es del Monte, no lo entendemos”, insisten.
El joven que habla en nombre del grupo lamenta que nadie haya contado con ellos para este servicio. Recalca que lo único que quieren es tener un contrato para cobrar un salario que les permita mantener a sus familias. Consideran que tienen derecho a reivindicar que se cuente con ellos porque son del barrio. Para este grupo de melillenses es lógico que sean los vecinos de esta zona los que se ocupen de mantenerla. Les resulta incomprensible que vengan “de fuera” a hacer un trabajo que “les pertenece”. Habrá que esperar para saber cuál es la reacción de la empresa y del Ejecutivo local. Los jóvenes lo tienen claro permanecerán en el parque hasta que los escuchen.